El mismo día que el coronavirus llegó al país, con el primer caso confirmado, se encendió una fuerte alarma a nivel mundial sobre la posibilidad de posponer los Juegos Olímpicos, originalmente previstos para realizarse en Tokio del 24 de julio al 9 de agosto de este año. Es que, si bien es cierto que falta bastante para la esperada ceremonia inaugural, la realidad es que con casi 93 mil casos confirmados -y cierta paranoia que ya recorre el mundo más velozmente que el propio virus-, por estos momentos cuesta imaginarse a alguien esbozando una sonrisa al pensar en semejante conglomeración de personas, juntas, de todos los rincones del globo.

Al que le sobra determinación para asegurar que los Juegos comenzarán el día planificado y se sucederán tal cual se previó es al Comité Olímpico Internacional (COI). La entidad se expresó rápidamente ante el comentario de una funcionaria japonesa, quien temprano este martes había dejado entrever que el evento podría postergarse. "El contrato estipula que se celebrarán en 2020. Esto podría interpretarse como una posibilidad de trasladarlos, pero estamos haciendo todo lo posible para que se desarrollen según lo planeado", dijo Seiko Hashimoto, Ministra designada para la organización olímpica en el país asiático, cuyos casos de coronavirus ascienden hasta el momento a 974, con 13 personas fallecidas.

Desde el COI hubo una reacción veloz y terminante. "El Consejo Ejecutivo del COI alienta a todos los atletas a continuar preparándose para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020", se lee en el comunicado oficial publicado este martes por el ente, que además señala en mayúsculas su "compromiso total con el éxito de los Juegos".

La epidemia que recorre el mundo no es capaz de hacer dudar al COI. Algo es concreto: en sus 124 años de historia moderna, sólo las guerras mundiales provocaron la suspensión de los Juegos Olímpicos. La edición de verano de 1916 fue la primera que se debió cancelar, mientras que las suspensiones de 1940 y 1944 incluyeron también a la competencia en su modalidad de invierno. Para las ediciones que hubieran tenido lugar hace 80 años, justamente, fue Japón quien renunció a la realización, en plena segunda guerra chino-japonesa, conflicto que luego quedó enmarcado en la II Guerra Mundial.

El coronavirus, que este domingo cumplió dos meses de su primer caso global, impactó en el deporte y desde entonces debieron cancelarse, posponerse o trasladarse múltiples eventos deportivos en todo el mundo. Incluso la Confederación Argentina de Gimnasia dio de baja este martes su participación en la Copa Jesolo, en Italia, en “resguardo de la integridad física de nuestros deportistas”.

"Somos muchísimos deportistas de todo el mundo que estamos entrenando muy duro para asistir a Tokio, esperemos que esta situación del Coronavirus se controle pronto y todo se lleve a cabo como estaba planeado; pero sin duda lo primero es la salud y el bienestar ¿Qué opinan?", preguntó hace unos días Rommel Pacheco, clavadista mexicano, abriendo el juego a los verdaderos protagonistas de esta historia. No hay dudas de que, a estas alturas, la preparación de los atletas, a quienes se les suspenden o modifican calendarios y metas, también está atravesada por la incertidumbre. Por ahora, el COI es el único que parece tener certezas.