Catamarca te invita a disfrutar con una oferta de paisajes indescriptibles, una agenda cultural que muestra las raíces de una provincia donde la calidez humana propone no sólo recorrerla turísticamente sino también afianzar lazos de amistad.
Los colores, el aire puro, las montañas, el agua cristalina de los ríos, los sabores de las comidas preparadas con ingredientes autóctonos, la música en las fiestas de cada rincón de un territorio –custodiado por la Patrona Nacional del Turismo, la Virgen del Valle– pone los sentidos a flor de piel.
El centro histórico, la Catedral, entre otras tantas iglesias, museos, la gruta de la virgen, son algunos de los puntos que no se pueden dejar de conocer, poder mirar las montañas desde cualquier ángulo, es una sensación única.
Sin contar que tenemos todo por descubrir en las villas de El Rodeo, Las Juntas, La Puerta, El Bolsón, Los Varela, Anquincila, Ancasti, haciendo que los verdes intensos, las aguas claras de los ríos y la calidez de la gente sean aprovechados durante todo el día.
La amplia variedad de fiestas populares y festivales hacen que en cada rincón del territorio de la provincia encontremos variadas propuestas, todo acompañado con actividades, donde la aventura sobresale. Trekking, cabalgatas, escalada, mountain bike, montañismo, son algunas de las opciones que Catamarca ofrece todo el año.
Hacia el oeste la majestuosa cordillera de los Andes muestra un escenario donde la vista queda atónita por los colores vibrantes que van sucediéndose a medida que se recorre el Paso de San Francisco.
También en este recorrido podemos apreciar la Ruta del Adobe, entre Tinogasta y Fiambalá, pasando por poblados detenidos en el tiempo y sus paredes guardan la historia.
La imponencia de la Puna catamarqueña invita al infinito, recorriéndola ya sea por aire o por tierra. Un escenario natural fascinante. Campos interminables de piedra pomez, vestigios de culturas milenarias en sus construcciones y ruinas, el Galán, el volcán con el cráter más grande del mundo, entre otras tantas cosas, tienen todo para descubrir en una tierra con encantos naturales, rica en historia y cultura, con una paleta de colores que es la envidia de cualquier pintor. Todo enriquecido por la gente que conserva sus valores intactos y transmitidos de generación en generación.