La decisión del Poder Ejecutivo de enviar al Congreso el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo desató un debate que, como ocurrió hace dos años, cruza transversalmente a todos los bloques.
La senadora oficialista y presidenta de la Banca de la Mujer, Norma Durango, se mostró optimista respecto a que este año se apruebe la ley para legalizar el aborto aunque reconoció que la votación será nuevamente "difícil" en el Senado, la cámara donde el debate del proyecto se frustró en 2018.
"No se trata de convencer a nadie sino de explicar que este es un problema de salud pública que no tiene nada que ver con la moral ni con la religión ni las creencias y que, o lo hacemos legal o seguimos siendo cómplices de las muertes", dijo la senadora pampeana. Más allá de su postura, Durango manifestó que "respeta" la opinión del jefe de los senadores del bloque del Frente de Todos, José Mayans, quien se pronunció en contra de la iniciativa.
En tanto, la diputada macrista Silvia Lospennato destacó la "contundencia" de Fernández al anunciar el envío del proyecto sobre aborto. Además, Lospenato elogió que sea el Poder Ejecutivo el que tome la iniciativa y se ilusionó con que la mayoría del bloque oficialista en la Cámara alta vote de a favor.
En tanto, Elisa Carrió, ya fuera de toda actuación legislativa se sumó a la polémica por la redes sociales. "El presidente no se da cuenta o lo hace a propósito, que marzo y abril son meses sagrados para las religiones monoteístas: judaísmo, cristianismo y musulmanes; que en esas fechas traten el tema del aborto, es un horror. Y todo con la bendición de nuestro papa Francisco", posteó.