La historia oficial de Eté & Los Problems indica que el humus del grupo montevideano fermentó cuando Ernesto Tabárez se cansó de escribir canciones para tocarlas a solas y salió al encuentro de una banda que lo acompañara. El cantautor y poeta uruguayo largó el trabajo que tenía en una empresa y se dejó conmover por viajes, libros, animales, historias, aromas, amores y dolores. De esas y otras inspiraciones salieron cuatro discos, desde el inicial Malditos banquetes (2007) hasta el relativamente reciente Hambre (2018), pasando por Vil (2011) y El Éxodo (2014), que arrojó un inesperado hit de quiebre popular, melancolía pendular y más de 700 mil vistas en YouTube: Jordan.
Consolidado desde hace tiempo en formato cuarteto con el guitarrista Santiago Peralta, el bajista Marto Moreno y el baterista Andrés Coutinho, el combo liderado por Eté Tabárez vuelve a cruzar el Río de la Plata para tocar este jueves 5/3 en el ciclo IndieFuertes, en Niceto Club. Será uno de los tantos regresos desde aquella visita fundacional de 2012, cuando el cantautor se perdió en los subtes y hasta olvidó en un taxi una guitarra que recuperó gracias a que el tachero salió a su búsqueda.
"Pasamos todos los errores de un campesino en una gran ciudad, que es lo que al principio sentía en Buenos Aires hasta que me fui relajando”, dice Tabárez. “Ahora tengo lugares y recorridas que ya conozco, además de personas que conocemos y queremos. De hecho parte de nuestro equipo es de allá, y hasta incluso hermanos de mi madre. Toda gente que nos aloja, nos da de comer y nos estima. ¡Podemos caer cualquier día al (restaurant palermitano) Santa Evita y siempre hay un abrazo y un plato de comida! Son todas cosas importantes a la hora de atacar una ciudad tan grande y tan hostil como Buenos Aires.”
El rock es mi forma de ser (uruguayo)
A través de todas esas experiencias se cimentó un grupo que se autopercibe como rockero, aunque no necesariamente como el público estándar argentino consume o formatea al rock uruguayo conocido a través de festivales o giras por todo el país. Un ejemplo: la canción Al menos vos, tan pródiga en la fuerza eólica de instrumentos de vientos característicos de las populares bandas orientales, generó en Eté y Los Problems una intensa discusión sobre su inclusión o no en Hambre. ¿El motivo? Consideraron que, justamente, poco tenía que ver con su sonoridad habitual.
“La definición del rock en algún lugar es la misma, porque siempre se le pide lo mismo: que refleje los sentimientos más intensos de las personas, que transmita una alegría vandálica y, al mismo tiempo, que permita meterse en lugares oscuros y salir a salvo. Creo que es algo que, por lo menos, a mí me ha permitido el rock: atravesar oscuridades teniendo una herramienta poderosa”, sostienen el cantante y guitarrista.
Con más ambiciones instrumentales y arreglísticas que en discos anteriores, Eté entendió que convenía gastar esa plata en calidad más que en cantidad. Prefirieron invertir el presupuesto en fierros antes que en un estudio, y con toda la artillería a cuestas se fueron a grabar Hambre a una casa de campo del baterista Andrés Coutinho. El resultado son canciones que brillan entre la oscuridad de una poesía íntima, existencialista e interpeladora; firmadas por un tipo que no se conforma sólo con contar lo que le pasa sino que también necesita sublimarlo para sentir que eso tiene un valor artístico y no meramente confesional.
“Hay varias cosas que busco por una canción de acuerdo al momento en el que estoy. O, eventualmente, todas esas cosas al mismo tiempo”, defiende Eté. “Primero: explicarme a mí mismo, blanquearme. Después tiene una parte muy valiosa de juego y de inteligencia, de reflexionar sobre algunas cosas. Terminado ese proceso, el compositivo, llega el momento de querer compartir y mostrar lo que tengo. Y que eso les llegue a las personas y les toque en algún lugar sus propias reflexiones, su memoria y sus sentimientos. Es todo producto de un proceso de intimidad que se vuelve público, eventualmente.”
Del paso de lo privado a lo público (y del traspaso del tiempo a lo largo de esta casi década y media que llevan Los Problems), Tabárez va macerando no sólo la percepción sobre sus intimidades sino también una especie de espíritu de época que modela la sensibilidad de su generación, sobre todo porque después de 25 años Uruguay vuelve a ser gobernado por una facción conservadora como la que representa el Partido Nacional. “Todas las generaciones han vivido un episodio histórico de horror como una guerra, una dictadura grande o cosas así. Yo nací en 1983, dos años antes de que terminara la última dictadura en Uruguay, y por lo tanto no la viví. Sin embargo, siento que ahora estamos atravesando un momento complicado y que en nuestro país en particular se vienen días oscuros. Estamos expectantes y, de alguna, manera, preparados.”
* Eté & Los Problems toca el jueves 5/3 en el ciclo IndieFuertes, Niceto Club, Niceto Vega 5510. Desde las 20.30 con Las Bodas Químicas y Cam Beszkin.