El conflicto
Aunque la entrega de tratamientos hormonales históricamente fue deficiente, el 16 de octubre de 2019 se hizo público que las licitaciones de hormonas habían sido abandonadas por los laboratorios desde julio de ese mismo año y nadie proveía de tratamientos de reemplazo hormonal al Estado Nacional. Frente a la ansiedad, el enojo y la angustia crecientes y en respuesta a esta situación, un grupo de activistas autoconvocadxs viene ocupando la calle desde el día uno, agrupadxs en la denominada “Asamblea por la salud integral Trava/Trans/No binarie + aliadxs” para visibilizar la extrema situación de vulnerabilidad que aqueja a nuestro colectivo.
A fines de noviembre de 2019, frente a la presión colectiva, la gestión anterior prometió hacer una “compra extraordinaria” que resolviera el faltante hasta las nuevas licitaciones de 2020. Allí, solo se consiguen tratamientos de “feminización”. Ningún proveedor de testosterona le vendió al Estado, es decir, ya en febrero 2020 no hubo testo en prácticamente ningún dispositivo de salud pública del país, lo cual deja en pausa los tratamientos de para varones trans y otrxs.
¿Y ahora qué?
Es la pregunta que habitamos lxs usuarixs de testosterona en cualquiera de sus formatos que dependemos directamente del sistema de salud público por no tener obra social o prepaga. Este cronista -y militante- relata algunas cuestiones que parecen -y no parecen- ser una solución a mediano y corto plazo.
El lunes 2 de marzo, hubo reunión con Carla Vizzotti, Sonia Tarragona y Candela Cabrera (Secretaria de Acceso a la Salud, Sub-Secretaria de Medicamentos e Información Estratégica y responsable de la Dirección de Géneros y Diversidad respectivamente, todas carteras dependientes del Ministerio de Salud de la Nación). De un lado, tres funcionarias y otras que entraban y salían brindando datos específicos de las contrataciones; del otro lado, diez miembrxs de la “asamblea por las hormonas”.
Primero las funcionarias presentaron un diagnóstico de cómo el Ministerio había recibido este faltante en el traspaso de autoridades, si bien siempre aclararon que dicho diagnóstico no servía de “excusa” ni motivo para legitimar la crisis de abastecimiento a los dispensarios de salud, no dejaron de señalarlo como parte del conflicto.
Luego dieron a conocer una situación que hace más crítica la agilización para resolver el faltante de testosterona: uno de los dos laboratorios proveedores, Laboratorio Beta S.A., está en una situación de irregularidad ante la AFIP, lo cual lo inhabilita como proveedor. Esto implica que este laboratorio no puede presentarse a licitaciones públicas, por lo que lxs usuarixs de testo-gel (como la conocemos los tipos trans) tienen más comprometido el acceso a la salud y sin plazos reales de resolución.
¿Un paliativo?
Las autoridades del Ministerio ofrecieron coordinar una reunión con la Dirección De Asistencia Directa Por Situaciones Especiales (DADSE), un organismo dependiente del Ministerio de Desarrollo de la Nación que, mediante una serie de requisitos, podría administrar individualmente y no de forma integral para todo el colectivo, los tratamientos hasta que el Ministerio logre regularizar la distribución en los dispositivos de salud donde nos atendemos. Una de las dificultades que plantea la Asamblea es que los requisitos formales que tiene la DADSE para asistirnos se vuelven prácticamente inaccesibles para nuestra comunidad y para casi cualquier ser humano que no tenga superpoderes. A saber: 1) Prescripción médica con nombre completo, DNI. Prescripción por nombre genérico de la droga. Sello de institución pública de salud. Firma y sello del médicx tratante. Fecha actualizada (menos de 30 días de emisión) 2) Negativa escrita de no existencia en la institución (con firma y sello director hospital). 3) DNI y copia. 4) Certificación negativa de ANSES que acredite que no tiene obra social o seguro de salud. 5) Constancia del Gobierno Provincial/Municipal y/o de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que acredite la imposibilidad o negativa de la atención solicitada.
El Ministerio de Salud, consciente de que es inviable gestionar todos esos papeles debido a la urgencia y de que es el mismo Estado el que está incumpliendo con la ley de Identidad de Género (26743), ofreció una reunión conjunta con el Ministerio de Desarrollo Social, la DADSE y miembrxs de la Asamblea, para reducir al mínimo los requerimientos formales. Aunque entendemos esto como intento sincero, sabemos que no resuelve la situación, sino que apenas la emparcha. Además, no soluciona la dificultad en otros territorios, donde todavía no se cuenta con consultorios, como en Formosa.
Nueva gestión, nuevas promesas...
En teoría, informaron las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación, que en 45 días habría unas 6.000 dosis de “Nebido” (testo inyectable, que cubre tres meses de tratamiento) distribuidas en los consultorios que atienden al colectivo TTTNB y, en un plazo de 90 días, unas 2400 dosis de Androlone (testo-gel, que cubre un mes) para ser repartidas. Esto cubriría, aproximadamente, la demanda de dos a seis meses, dependiendo del formato. Abierto el diálogo y en busca de soluciones, seguiremos informando -y luchando- alrededor de este conflicto sobre el acceso a la salud integral trava/trans/no binarie, una deuda de la democracia con nuestros colectivos.