Tras casi una década al margen de la actividad partidaria, el gobernador cordobés Juan Schiaretti puso en marcha el retorno: la mesa ejecutiva Partido Justicialista de Córdoba resolvió participar con todos sus congresales en el encuentro nacional del PJ que se realizará, a partir de las 10, en el microestadio de Ferro, del que saldrá un fuerte respaldo al presidente Alberto Fernández. Lo mismo harán los congresales de Salta que responden al ex gobernador Juan Manuel Urtubey, con lo que se terminará de redondear el esquema de unidad total en el PJ que no se pudo cerrar durante la campaña. Esa unidad se verá plasmada en un esquema de lista única para la renovación de autoridades partidarias prevista para mayo por la que, todo indicaría, José Luis Gioja renovará su mandato.
En la campaña, la relación entre Alberto Fernández y Schiaretti terminó mal. Después de viajar seis veces a la provincia y de hacer todos los deberes, el por entonces candidato del Frente de Todos se terminó por fastidiar con la postura prescindente que el gobernador mantuvo hasta el final. "Parece que le da lo mismo el país que propone Mauricio Macri y el que pronemos nosotros", le lanzó Fernández. Pese a conseguir el respaldo de una parte de la dirigencia provincial, el Frente de Todos sufrió en Córdoba la derrota más abultada del país.
Ya en el gobierno comenzó una estrategia de acercamiento de ambos lados, dado que también las necesidades son mutuas. Para la Casa Rosada, el apoyo de los diputados nacionales que responden a Schiaretti puede ser fundamental, como ocurrió en la última sesión en la que se dio media sanción a fin de las jubilaciones de privilegio. El gobernador, al frente de una administración fuertemente endeudada, necesita de la ayuda del Ejecutivo nacional al que le reclama el pago de una suma de casi 15 mil millones de pesos por obras públicas y jubilaciones. El ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, comenzó a tender lazos y cerró un primer acuerdo para las elecciones municipales que se realizarán el próximo 29 de marzo en Río Cuarto. El peronismo unido apoyará la reelección del intendente Juan Llamosas, alineado con Schiaretti.
Sin embargo, días después, hubo un encuentro de dirigentes del peronismo cordobés encabezados por el senador Carlos Caserio y el intendente de Villa María, Martín Gill, que expresaron su intención de alinear al distrito con el gobierno nacional. Ese despuntar de un "albertismo" provincial seguramente inquietó a Schiaretti, que finalmente resolvió enviar sus congresales al encuentro del PJ Nacional, algo que no sucedía desde 2011. Córdoba cuenta con 84 congresales nacionales, divididos entre los sectores internos -ampliamente mayoritarios- que responden Schiaretti, al espacio de Caserio y los afines al kirchnerismo.
Algo parecido ocurrirá con los representantes del peronismo salteño que responde -o respondía- a Urtubey, ex compañero de fórmula de Roberto Lavagna. En ese caso la ausencia es menor, porque hasta 2016 Urtubey siguió participando de los encuentros orgánicos del peronismo hasta que decidió tomar distancia.
El encuentro en Ferro está pautado para las 10, pero se calcula que arrancará al mediodía. Son casi mil congresales que cumplirán con la formalidad de fijar fecha de elecciones internas para el 3 de mayo y designar una junta electoral que se encargará de establecer el cronograma. Por otro lado, seguramente habrá un documento de apoyo a Alberto Fernández, especialmente referido a la renegociación de la deuda que se dispone a encarar frente a los fondos de inversión extranjeros.
Todo indica que se llegará sin problemas a una lista de unidad en la que estén representados todos los sectores. La duda que persiste es quien será el próximo presidente, dado que Alberto Fernández ya anticipó que no quiere ocupar ningún cargo partidario. Sin que nadie haya hecho ningún mención explícita, se sabe que Gioja -un gran impulsor del proceso de unidad- desea ir por la reelección mientras que gobernadores como Jorge Capitanich y Alberto Rodríguez Saá tienen intenciones de sucederlo. Pero para esa definición todavía hay tiempo.