Algo muy fuerte, relacionado con la dinámica narrativa y visual, atraviesa el documental político brasileño. Vista un par de años atrás, O processo, sobre el golpe institucional contra la presidenta Dilma Roussef, avanzaba a ritmo trepidante a lo largo de su larga extensión, gracias al nervio impreso por su montaje. Ahora Espero tu (re)vuelta, sobre las luchas estudiantiles de la última década en la ciudad de San Pablo, levanta la apuesta y a ese mismo ímpetu de la edición, y a la investigación a fondo que caracterizaba el film de Maria Ramos, le suma una variedad de recursos narrativos que lo vuelven fascinante. El resultado es una máquina narrativa exuberante y contagiosa, que cuenta con energía inclaudicable un proceso político hecho de triunfos y derrotas.

“Se terminaron tus cinco minutos, ahora déjame a mí”, le avisa Nayara Souza a Lucas Penteado, e invocando la pertinencia de que sea una mujer la que narre un proceso en el que sus hermanas fueron protagonistas, toma la palabra y cuenta. La narración de Espero tu (re)vuelta, a tres voces, da por resultado lo que podría denominarse “primera persona coral”. Lo que cuenta la película dirigida por Eliza Capai son tres episodios sucesivos -años 2013, 2015 y 2017- en los que la juventud paulista ganó la calle por distintas clases de reclamos, que van desde el intento oficial de degradar la escuela pública hasta el decreto por el cual se aumentaban los pasajes en el transporte público. Si bien las dos primeras batallas (la palabra no queda chica) se dieron bajo los gobiernos de Dilma Rousseff, el responsable por las medidas fue el gobernador del estado de San Pablo, Geraldo Ackmin, actual presidente del centroderechista PSDB.

Llamativamente, ninguno de los narradores pertenece al PT. Lucas da la impresión de ser extrapartidario, Nayara Souza milita en una organización más a la izquierda y otra, la tercera en cuestión (Marcela Jesus), parece simpatizar con el anarquismo. El último enfrentamiento, en el que los jóvenes protestan contra el intento de aumentar las tarifas del transporte, recuerda claramente el caso de Chile, aunque en verdad es anterior (2017). Puede ser que la influencia haya corrido al revés, porque la lucha de los estudiantes del mayor estado del Brasil resultó exitosa, obligando al gobierno estadual a revocar el decreto. Tal como había sucedido antes, cuando se quiso imponer una “relocalización” estudiantil, que implicaba el traslado de 100 mil estudiantes de un colegio a otros, y el cierre de 93 establecimientos. Exactamente lo mismo que intentaría poco más tarde en la Argentina el gobierno de Mauricio Macri en el marco de la pretendida reforma educativa, que puso en pie de guerra a toda la comunidad.

El status de narración coral da a Espero tu (re)vuelta un carácter de testimonio global por parte del estudiantado, que empuja su significación (por si hubiera alguna duda sobre la masividad del movimiento, allí están las calles llenas de jóvenes, y los particulares que salen en su defensa ante los bastonazos y bombas de gases lanzados por la policía militar, así como otros les tiran el auto encima). Los protagonistas dan un sentido amplio a la palabra “político”, que incluye no sólo la batalla callejera (el de Eliza Capai es un verdadero documental cuerpo a cuerpo) sino además la reivindicación racial y de elección sexual. “Ocupar nuestros cuerpos es un acto revolucionario”, afirma una de las protagonistas. Pero además están los brotes de autoconciencia y de apelación directa al público (“eso quedará para algún otro documental”, “ya sé que va una hora de película y ustedes estarán cansados”), la intervención sobre el propio material (“mové la cámara para la derecha, ahora para la izquierda, un poco más abajo”) y el carácter vitalísimo, jadeante, rapeado, casi de fiesta pagana, con que se revive una historia que tuvo todas esas características.


ESPERO TU (RE)VUELTA 9 PUNTOS

Espero a tua (re)volta, Brasil, 2019

Dirección y guion: Eliza Capai, sobre entrevistas a estudiantes de la ciudad de San Pablo

Montaje: Eliza Capai, Yuri Amaral

Música: Décio 7

Duración: 93 minutos

Intérpretes: Lucas “Koka” Penteado, Marcela Jesus, Nayara Souza

Estreno exclusivo en el Centro Cultural de la Cooperación.