Luego de los pobres resultados obtenidos en el supermartes, la senadora de Massachusetts, Elizabeth Warren , decidió abandonar las primarias demócratas. Todavía no definió si apoyará al senador Bernie Sanders o al exvicepresidente Joe Biden, los grandes favoritos para enfrentar a Donald Trump en las elecciones presidenciales de noviembre. Warren, senadora progresista de 70 años, había llegado a liderar el año pasado las encuestas de intención de voto entre los demócratas.
"No me postularé para la presidencia en 2020", le dijo Warren a los periodistas que la esperaban en la puerta de su casa en Cambridge, Massachusetts. "Nuestro trabajo continúa, la lucha continúa, y los grandes sueños nunca mueren. Desde el fondo de mi corazón, gracias", anunció más tarde en Twitter.
Pero la senadora no cedió a la presión de definir si apoyará a Sanders, un senador autodefinido como socialista democrático de 78 años, cuyas ideas son más radicales que las de ella, o a Biden, un moderado exvicepresidente de 77 que representa al establishment y al tradicionalismo del partido demócrata. "Respiremos hondo y demos un poco de tiempo a eso. No tenemos que decidir en este momento", dijo Warren al respecto.
Biden, a quien hace pocos días daban por muerto en las primarias demócratas, tomó las riendas de la carrera el miércoles al conseguir importantes victorias en las cruciales votaciones del supermartes y luego de obtener el respaldo de tres antiguos rivales: Pete Buttigieg y Amy Klobuchar, que renunciaron el lunes, y Beto O'Rourke, que lo había hecho en noviembre.
"La senadora Warren es la más feroz de los luchadores por las familias de clase media. Necesitábamos su voz en esta carrera, y necesitamos su trabajo continuo en el Senado", twitteó Biden apenas se supo que Warren había comunicado su partida.
"Creo que es importante respetar el tiempo que necesita", señaló por su parte Bernie Sanders, que compite por la investidura presidencial demócrata tras perder en 2016 con Hillary Clinton. El senador de Vermont elogió a Warren por su "extraordinaria" campaña en defensa de que los ricos paguen más impuestos, que se garantice cobertura universal de educación y salud, y que se atienda el cambio climático y los derechos de las mujeres.