"En los últimos años, con los recortes de presupuesto, hubo una disminución de las campañas preventivas y recién ahora la Sedronar empieza a retomar las campañas", afirmó Walter Martello, defensor del pueblo de la provincia de Buenos Aires, en declaraciones a Página/12. Es que, este año, desde la Sedronar se decidió abordar de manera preventiva la problemática de los UPD en su vínculo con el consumo excesivo de alcohol. Para esto, la entidad lanzó la campaña "Hablemos de alcohol de verdad" con el objetivo de "trabajar de manera conjunta entre adultos y adolescentes para poder generar una práctica saludable que no se contraponga con lo que desean los jóvenes", según se puede leer en el comunicado de difusión de la campaña.
La campaña fue difundida en redes sociales e incluye dos documentos: uno destinado a los jóvenes "con información sobre qué hay de cierto y qué son mitos, cuál es la relación entre el consumo de alcohol y la cultura social, patrones y motivaciones de consumo" y otro para los adultos y colegios "para que sepan cómo transmitir información sobre por qué el consumo en menores de 18 años se considera un consumo de riesgo". Por su parte, la titular de la Sedronar, Gabriela Torres, explicó que "los efectos del alcohol en los adolescentes afectan el rendimiento en los estudios, reducen la capacidad física, aumentan el riesgo de lesiones y aumentan el riesgo de dependencia en la edad adulta”.
En el primero de los documentos, destinado a los adolescentes, se realiza una descripción del consumo de alcohol en el país y su vinculación con factores socioculturales. Allí, se puede leer que "en nuestra cultura, el alcohol está incorporado socialmente como parte insustituible en situaciones de encuentro o festejo. Estas formas de consumo están tan incorporadas a nuestras costumbres y hábitos cotidianos que hacen que resulte difícil advertir cuando el consumo se torna problemático".
En este sentido, el documento explica que "uno de los problemas principales de las formas de consumo actual es que se busca en la bebida la modificación del estado de ánimo. Es muy común que el objetivo para el consumo de alcohol sea la borrachera como fin en sí mismo". Finalmente, en un apartado titulado "¿Cómo podemos cuidarnos?", la Sedronar se dirige a los adolescentes para concluir que "el fin de toda esta información es tener elementos para saber cuidarte y cuidar a los demás; que entiendas que es mejor no tomar alcohol y que puedas sostener esta decisión a pesar de las presiones sociales".
Por otro lado, el segundo de los documentos, dirigido a los padres y a las escuelas, está específicamente centrado en recomendaciones en torno al UPD y en los diferentes mecanismos que se pueden establecer para evitar la prohibición al tiempo que se incluye a los estudiantes en las decisiones. Allí aparece una serie de consejos como "buscar que las medidas que se tomen desde la escuela no sean únicamente prohibitivas o sancionatorias", "alojar y contener a las y los jóvenes y no dejarlos solas/os", "diseñar anticipadamente desde la escuela propuestas para este evento e incluirlas en la planificación anual de la institución" o "potenciar los espacios de participación que las y los jóvenes ya tienen en la institución escolar, por ejemplo, el Centro de Estudiantes, incluyéndolos en la planificación y armado de este día".
Para finalizar, el documento remarca que la campaña no tiene fines prohibitivos: "no estamos cuestionando la existencia de rituales ni celebraciones en la juventud, sino que nos preocupa que estén centrados únicamente en el consumo de alcohol" y concluye que "es fundamental que los adultos podamos pensar y reflexionar para atravesar estos momentos significativos para la adolescencia. Proponer entre todas y todos nuevos sentidos a esos momentos, abriendo el espacio de la escuela a todos los adultos de la comunidad y problematizando lo que allí sucede".