El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Jorge Lozano, admitió que el Gobierno no niega la pobreza, pero advirtió que sus políticas hicieron que aumentara. Entre los factores que provocaron un aumento del número de pobres durante los primeros meses de gestión de Mauricio Macri, el obispo enumeró la devaluación, el aumento de tarifas y la inflación.
La medición del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA dada a conocer esta semana reflejó que la pobreza pasó del 29 por ciento de fines de 2015 al 32,9 por ciento de la población en junio-septiembre del año pasado. En ese período un millón y medio de argentinos pasaron a ser pobres. La indigencia subió del 5,3 al 6,9 por ciento en ese mismo período.
Lozano relacionó el deterioro de la situación social con el hecho de que las medidas económicas que implementó Macri "han beneficiado a unos pocos y perjudicado a muchos". "Hay una serie de factores que han incidido en esto, tanto la devaluación, el aumento de las tarifas, la inflación, que han dado como resultado esta cantidad de pobres que tenemos hoy en el país", declaró en diálogo con radio Continental.
El titular de la Pastoral Social apuntó, además, que en forma paralela hay "capitales que han ido concentrando más sumas de dinero, lo cual es algo que hay que corregir para ver cómo salir de la pobreza por medio de un trabajo debidamente remunerado".
"Si una persona por trabajar 8 horas está cobrando lo mismo que un plan social, es que la están explotando" y es que existe "una condición de ilegal de contratación", denunció Lozano. Además, remarcó que "hay una serie de nichos de trabajo no registrado, mal remunerados y a veces realizados en condiciones prácticamente de esclavitud".
El prelado habló también de los beneficiarios de planes sociales y pidió también completar sus ingresos con un salario complementario. “Con un plan social de 5 mil o 6 mil pesos una persona, una familia puede vivir dignamente", advirtió.