La vuelta a la canchita Pérez tenía que ser acompañada con un festejo. Así lo decidieron los productores y artesanos que integran el Mercado Vaquereño en la localidad de Vaqueros, a 10 kilómetros del centro de Salta. En ese marco, lanzarán las actividades proyectadas para este 2020 junto a una jornada de eventos musicales y culturales, charlas informativas y talleres. Será el sábado 7 en su habitual horario de 9 a 15 en la canchita Pérez sobre la Ruta Nacional 9.

En los dos primeros meses de este año los más de 40 puestos fijos que integran el Mercado tuvieron que funcionar en la vereda de la canchita. Esto se debió a que el intendente Daniel Moreno organizó un campeonato de fútbol de verano en el mismo lugar y horario que ocupaban los productores y artesanos.

Con la actividad municipal concluida, la organización del Mercado decidió alentar la vuelta con un festejo que celebra ese “lugar de encuentro”. “Terminó el campeonato y ahora volvemos a entrar porque se ha fortalecido como un lugar de encuentro”, aseguró la integrante Carmen Cornejo.

“Tenemos nuestro espacio de patio de comida, con sonido para charlas, cursos o espectáculos. Además de todo lo que llevan nuestros productores locales”, agregó. Con motivo de lanzar las propuestas para este nuevo año, la jornada contará con la participación de artistas locales como Abuelo Mono, Escuela Che Kum Pá, el Ballet Santiago Ayala, Circo para toda la familia y Atalachurti Candombe, entre otros. Además habrá capacitaciones del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y Agricultura Familiar.

En tanto, la productora de quesos Mariela Esquivel dijo que quienes participan de este espacio son “un grupo de productores locales” del departamento La Caldera. Esto porque se continúa la idea fundante de poner a la venta la “producción propia”. Allí, los mismos productores y artesanos que se autoabastecen, intentan fortalecer el intercambio directo entre productor y consumidor.

El Mercado sobrevivió a la etapa macrista porque “el pequeño productor busca la manera de solventarse y solventar al cliente. Mantenerlo a través del producto de calidad y el precio”, señaló Esquivel. Además de que el objetivo principal fue sostener y “fortalecer la economía local”, destacó Cornejo.

Por ello, el Mercado se organiza en puestos fijos, de invitados y de participantes mensuales. En el primer caso, se trata de personas que viven y producen en el departamento caldereño. Mientras que los invitados, “son los que tienen un producto que no se encuentra en Vaqueros”, describió Esquivel. En la tercera situación, están quienes pueden ofrecer sus producciones una vez al mes durante todo el año.

En el proceso, la municipalidad vaquereña habilitó hace unos años una feria comercial que funciona frente al Mercado y que articulaba con la política de Precios Cuidados. Luego, se sumó una feria por parte de la Parroquia local sobre la vereda de la calle de la canchita. Cornejo dijo que "con la crisis viene gente de zona sur con productos que revenden en la vereda. Pero el Mercado funciona dentro de la cancha de fútbol donde no hay reventa”, aclaró.

Sostener las bases

Cornejo destacó que un espacio propio de comercialización haya podido consolidarse con el correr de los años. Actualmente, lo que surgió de vecinos de la agricultura familiar reúne “productos de estación y de pequeña cantidad”, además de artesanías realizadas por los locales.

Al mismo tiempo, se fue integrando la gastronomía. “Hay comidas vegetarianas, veganas, choripán, postres, es muy amplia la oferta gastronómica porque mucha gente produce cosas”, alentó Cornejo.

Desde sus orígenes, continuamente se buscó “aportar para que la gente recupere los sitios y el trabajo”, indicó. En esta línea, empezó el proceso de “nuclear a los artesanos y la gente de oficios de la zona” porque “lo más importante del Mercado es que la persona que te vende, es la que lo pensó y lo hizo. No existe la reventa y todo lo que quieras saber, lo hablás directamente con el productor”, afirmó la productora.

También indicó que los productores son “bastantes itinerantes porque dependen de la producción de estación”. Por ello, mantienen la recepción permanente de los productores de la zona que “producen cosas que no se dan en estas tierras”, como el almíbar de algarroba y el pimentón, entre otros.

“La gente que sembró y cosechó siempre es bienvenida. No importa de dónde llegan, ellos vienen hasta que se le acabe la producción”, afirmó Cornejo. “Hace unos meses estaba la cosecha de las habas y sus productores vinieron todo un mes hasta que terminaron lo cosechado”, relató.