El fiscal general Carlos Amad pidió que el ex juez federal de Orán Raúl Reynoso sea condeando a una pena de 10 años de prisión, por los delitos de cohecho, falsificación de instrumento público y concusión (una coima realizada por un funcionario público). El fiscal también solicitó cuatro años de cárcel para el narcotraficante Delfín Castedo, el abogado Luciano Ciscato y el empleado judicial Miguel Saavedra.
Se prevé que la sentencia se conocerá hoy, aunque todavía resta el alegato de la defensa de Reynoso, que ejerce él mismo. El ex juez suele realizar intervenciones extensas.
El alegato fiscal se produjo ayer. Reynoso “era el director de la banda. Había convertido el juzgado en Ducado, donde nada se hacía sin que él lo ordenara”, afirmó Amad. Este es el segundo juicio contra el ex juez, en marzo del año pasado fue condenado a 13 años de prisión, también por los delitos de concusión y prevaricato.
Este segundo juicio comenzó el 10 de febrero pasado, y en las tres semanas de audiencias declararon más de 40 testigos ante el Tribunal Oral Federal 2, presidido por la jueza Gabriela Catalano e integrado por los jueces Domingo Batule y Abel Fleming.
Coimeando al narco
Uno de los hechos que se investigan en este proceso es un desprendimiento de otra causa en la que se investiga a Castedo por narcotráfico. En ese trámite el propio acusado desconoció una supuesta declaración indagatoria suya del 5 de diciembre de 2013, en el Juzgado Federal de Orán, que entonces estaba a cargo de Reynoso.
Además de las acusaciones por narcotráfico, Castedo, y su hermano Raúl Amadeo Castedo (también detenido por tráfico de estupefacientes) están denunciados por el homicidio de la pequeña productora rural Liliana Ledesma, cometido en septiembre de 2006 en Salvador Mazza, que limita con Bolivia. El escándalo público tras esta muerte comenzó a resquebrajar el poder del clan Castedo, señalados desde el primer día como partícipes de este crimen.
El fiscal Amad recordó ayer que en 2007 Reynoso había pedido la captura nacional e internacional de Delfín Castedo. “A esa fecha, todos sabían en Orán quién era Castedo, sin embargo, Reynoso intentó en este juicio hacernos creer que no sabía nada de Castedo, que el día que se falsificó la declaración indagatoria nadie le avisó nada, que los empleados tampoco lo reconocieron a Castedo", reseñó antes de dejar caer su conclusión: "Reynoso mintió, porque está claro que en su juzgado nada se movía sin que él lo sepa y esto fue probado por los mismos testigos”.
Luego de que se ordenara la captura nacional e internacional de los hermanos Castedo, el abogado Aldo Primucci solicitó una exención de detención, que le fue concedida por Reynoso en junio de 2008. “Lo que hizo no tiene pies ni cabeza, pues le otorgó un beneficio a un prófugo”, subrayó el fical.
Amad recordó que esta decisión fue apelada por el fiscal federal de Orán, José Luis Bruno, y eso motivó que la Cámara Federal de Apelaciones de Salta revocara esa decisión. Este tribunal llegó a dictar 35 fallos adversos a decisiones de Reynoso.
En febrero de 2013 Reynoso volvió a pedir la captura de Castedo, quien se presentó el 24 de septiembre con su abogado, Ciscato. Entonces el juez le otorgó la exención de detención, pero otra vez se cruzó la fiscalía instiendo en que se lleve a cabo la indagatoria, hasta que el 5 de diciembre de 2013 se hizo constar que este trámite se había concretado. Sin embargo, sostuvo el fiscal, “aunque el ex juez lo quiera presentar como algo que sucedió, no fue así. No ocurrió. Ese día, Castedo no estuvo en el juzgado, por eso ninguno de los empleados dijo haberlo visto, pues se trataba de un criminal conocido”.
Recordó que "el mismo Castedo, cuando es detenido en julio de 2016, y es conducido al juzgado por pedido de la fiscalía para una ampliación de indagatoria, recién ahí se entera de todo y desenmascara a Reynoso y compañía, pues aseguró que nunca fue al juzgado y cuando ve la firma, señaló que no era la suya”.
Para el fiscal "es muy posible que Castedo haya sido víctima también" de "la banda dirigida por el duque (Reynoso)", quien "no se cansó de pedirle a Castedo dinero por coima". Hubo “una maniobra espuria dirigida a sacarle dinero a Castedo a cambio de evitar su detención, utilizando para ello la falsificación de actos procesales, como el que llevaron adelante en la supuesta declaración indagatoria, la que terminó con la exención de detención de Castedo, lo que sucedió con la participación de Ciscato, Reynoso y Saavedra”, concluyó Amad.
El prófugo Arsenio Gaona
Otro hecho que se juzga en este proceso es una coima exigida al comerciante Pablo Elías Torres, quien pretendía un permiso para que varios camiones con mercadería pasaran la frontera de Bolivia a Argentina con destino a su finca El Cebilar. En este caso la acusación sostiene que Reynoso contó con la ayuda de su ex cuñado, el abogado Arsenio Gaona, que también estaba acusado en la primera causa contra el ex juez y que se fugó en 2018.
El juez convino con Torres. El comerciante se comprometió a pagar un 5 % del beneficio económico a la Fundación Para Una Vida Mejor, una entidad que “era dirigida nada menos que por Gaona, el entonces cuñado del ex juez”, recordó el fiscal Amad. De esta manera, añadió, “se causó un enorme daño a la economía de la provincia y del país con la evasión fiscal, avalada por Reynoso”.
Ayer también se produjeron los alegatos de las defensas de Ciscato, Castedo y Saavedra. Afirmaron que sus defendidos deden ser absueltos lisa y llanamente o por el beneficio de la duda.