La policía arrestó ayer por la tarde a dos hombres y a una mujer en el boliche Ming, donde Carlos Orellana desapareció en la madrugada del lunes 24 de febrero y cuyo cadáver fue rescatado del río dos días después. Los detenidos habían violado la clausura municipal de la disco situada en La Fluvial y empezaban a retirar equipos electrónicos. Ante los agentes policiales y de la GUM, alegaron que cumplían con un pedido de los dueños del local. Quedaron demorados en la comisaría 2°, aunque no involucrados en la causa que investiga la muerte del muchacho. La situación dejó al descubierto que el boliche, en tanto escena de un posible asesinato, estaba sin custodia oficial.