Santa Fe vivió la noche del jueves una contundente y original protesta en reclamo de seguridad, convocada desde organizaciones civiles y especialmente desde una Red de Vecinales por la Seguridad a través de redes sociales y cadenas de whatsapp. A diferencia de las movilizaciones por los crímenes de Julio Cabal o de Hugo Oldani ocurridos entre septiembre y febrero pasados, en esta oportunidad se trató de un cacerolazo que se hizo sentir a lo largo y ancho de la ciudad, con distintos puntos de concentración. Cada vecinal convocó a un punto de referencia en su barrio o a que la gente se juntara con sus vecinos en la cuadra. El propio gobernador Omar Perotti admitió el "estado de hartazgo de los vecinos" y lo adjudicó a "años de no ser escuchados ni recibir respuestas".