El 2019 fue declarado por las Naciones Unidas el año de la tabla periódica porque se cumplieron 150 años de su creación por parte del químico ruso Dmitri Mendeléyev. Esta conmemoración fue el disparador para que Natalia Morlas y Francisca Trabajo Mansilla, alumnas de quinto año de Química del Instituto Politécnico Superior, elaboraran una Tabla Periódica de los Elementos en la que se visibilizan 118 científicas de todo el mundo. Las acompañó en la tarea la docente de Química Orgánica y Fisicoquímica, Aylén Avila.
“Ahora que sí nos ven: Tabla Periódica de las Elementales” es el nombre del trabajo de investigación y producción realizado por el equipo del Politécnico, que tuvo el objetivo de crear una herramienta pedagógica para ser utilizada en el aula y que permita poner en evidencia el rol de la mujer en la ciencia.
“La intención fue que sea un instrumento para usar en el salón, por eso de un lado está la tabla periódica de las elementales para darle visibilidad a estas científicas y del otro lado, la tradicional para ser utilizada en las clases de química”, explica la docente. La tabla periódica es una forma de ordenar los elementos químicos según sus características que permite analizar el comportamiento químico y establecer relaciones entre los mismos. Es muy utilizada en la investigación de la química y otras ciencias.
Ávila señala que la creación de esta Tabla Periódica de las Elementales fue motivada por la necesidad de generar herramientas pedagógicas para el dictado de Educación Sexual Integral (ESI) en el área de las ciencias fácticas y las naturales.
“Algo que es muy significativo como docente, es que el proyecto ayuda a transversalizar algunos conceptos que tiene la ESI, ya que en el imaginario, en la clase de química se da química y no hay forma de que la Educación Sexual Integral tenga cabida dentro de ese espacio. Reconocer la participación de las mujeres en la ciencia, mostrar otras formas de investigar y de hacer ciencia, y evidenciar cómo esas personas y prácticas fueron invisibilizadas, es una forma de desarrollar la ESI en un espacio diferente”, remarca la docente. Ávila señala que muchas veces los profesores no cuentan con los elementos y las herramientas para desarrollar la ESI y cree que en ese sentido la producción de sus alumnas puede ser un gran aporte.
"Reconocer la participación de las mujeres en la ciencia, y evidenciar cómo fueron invisibilizadas, es una forma de desarrollar la ESI en un espacio diferente”. Aylén Ávila
En la tabla no sólo aparece el nombre de las científicas, sino el área de investigación en que se desarrollaron, la fecha de nacimiento y muerte (en los casos que corresponda) y la nacionalidad de cada una, además cuenta con un código QR o un link para acceder a la biografía de las mismas. Los lugares que las científicas ocupan en la tabla fue dispuesta a partir de las coincidencias fonéticas de su nombre o iniciales con el elemento químico que representan.
La Tabla de las Elementales fue impresa en tamaño A0 (1 x 0,80 m) y se colocó en el laboratorio de la escuela por donde circulan todos los alumnos a partir de segundo año, especialmente quienes eligen la especialidad de química. Se puso el martes 11 de febrero, el día que se conmemoró el día internacional de la mujer y la niña en la ciencia.
“Que la tabla esté en el laboratorio, donde trabajamos todos los días, despierta la curiosidad sobre las científicas y acceder a su biografía y a datos destacados de su investigación. Es una forma de conocer otras personalidades y modos de hacer ciencia”, resalta Francisca Trabajo Mansilla. Entre las elementales no sólo hay mujeres que elaboraron su labor científica en universidades o laboratorios, sino inventoras, autodidactas e investigadoras que desarrollaron sus trabajos en el territorio.
Además produjeron una versión tamaño A4 para que pueda ser utilizada por cada estudiante y están trabajando en una aplicación para el celular. Las alumnas destacan que parte importante del trabajo estuvo en la selección de las científicas y en la construcción de sus biografías. “Gran parte de las científicas que seleccionamos ni siquiera las habíamos oído nombrar, y cuando indagamos más descubrimos que conocíamos sus trabajos pero a través de sus maridos o hermanos”, señala Natalia Morlas.
Lo primero que el equipo desarrolló fueron las categorías sobre las que iban a trabajar, que fueron: Química, Física, Astronomía, Ciencias Naturales, Ingeniería, Inventoras, Medicina, Astronautas, Informática y Matemática. Luego se tomó en cuenta la nacionalidad, para destacar investigadoras que no fueran sólo europeas y estadounidenses, a las argentinas se les puso una escarapela para darle mayor visibilidad. Y otros de los puntos que consideraron fue la relevancia del descubrimiento, aunque señalaron que fueron un poco más allá de los premios que recibieron.
“La idea era visibilizar a estas otras científicas que a lo mejor no están en los cuadros de honor, y recuperar otra forma de hacer ciencia, no sólo en los laboratorios. Así como rescatar investigaciones que sirvieron de sustento a otras pero que no recibieron reconocimiento”, sintetiza Francisca.
Las estudiantes contaron que su proyecto se volvió más grande de lo que ellas esperaban originalmente. Encontraron más de 150 científicas, de las que seleccionaron 118 para hacerlas coincidir con la tabla periódica tradicional pero se sienten en deuda con las que quedaron fuera, así que están planeando una forma de reconocerlas. También consideraron importante resaltar otros datos de las elementales, más allá de su labor en la ciencia y cruzarlo con los caminos que debieron recorrer.
El proyecto se volvió más grande de lo que las estudiantes esperaban originalmente. Encontraron más de 150 científicas, de las que seleccionaron 118
Para Natalia, el trabajo que realizaron apunta a destacar el papel de la mujer en la historia, “la ciencia va de la mano con el contexto social y político que se vive, por eso nos pareció importante la contemporaneidad en las que realizaron sus trabajos”.
Con la intención de hacerla circular y lograr distintas devoluciones de sus pares y docentes, el equipo presentó la Tabla de las Elementales frente a su curso del Politécnico y a un equipo de profesores de la Facultad de Ciencias Bioquímicas.
Además, elaboraron una encuesta para conocer la opinión de los participantes y también para indagar si a los docentes les interesaría utilizarla como herramienta en el aula. Las respuestas fueron muy positivas y muchos de los profesores se mostraron interesados de utilizarla para sus clases.
La tabla de las elementales recibió el primer premio en la Séptima Feria de Ciencias del Observatorio Pierre Auger de Mendoza.