El comerciante, dirigente de básquet y militante radical Fidel "Toto" Yazlle fue asesinado entre el 11 y el 12 de febrero de 1977, en el norte salteño, en el marco del terrorismo de Estado que imperaba en el país bajo la dictadura cívico militar. Su cuerpo fue arrojado a las vías del ramal C25 para que lo arrollara el tren que iba a Formosa. Siguiendo la línea del ferrocarril, él tenía un negocio en Coronel Juan Solá, pueblo crecido alrededor de la Estación Morillo.
El 10 de febrero unos hombres arriba de una camioneta Ford "gris plomizo" interceptaron a la mujer de Yazlle, que residía con sus hijos en Orán, para preguntarle dónde podían encontrar a su marido. La noche del 11 de febrero, dos empleados de un almacén de ramos generales en Morillo vieron a dos "forasteros" que preguntaron por la casa de Yazlle. También andaban en una camioneta.
La mujer de Yazlle, Francisca Teresa Toledo, se enteró de su muerte el 12 de febrero del 77, por la Policía, que la llamó para entregarle las ropas, y el cuerpo destrozado. La mujer relacionó la muerte con amenazas que su marido había recibido de parte del comisario del pueblo, Adolfo Zenón Ávila. En 1986 Toledo pudo identificar a uno de los hombres de la camioneta: Fortunato Saravia, policía, integrante de la Guardia del Monte, que tenía su centro de operaciones en Metán, en el sur de la provincia. Desde junio de 1976 su jefe era el oficial principal Andrés del Valle Soraire. La Guardia usaba habitualmente una Ford gris, una camioneta similar fue vista en el secuestro de Yazlle.
Por este hecho, en noviembre de 2017 el juez Julio Leonardo Bavio procesó al oficial de policía Víctor Mario Palermo, que en 1977 era jefe de la Unidad Regional 2 con asiento en Orán. Y dictó la falta de mérito a favor de Soraire, confirmada en 2018 por la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de Salta, en una resolución que ahora fue revocada por la Sala IV de la Cámara Nacional de Casación Penal, integrada por los jueces Mariano Borinsky, Javier Carbajo y Gustavo Hornos.
El tribunal aceptó un recurso de la Fiscalía y decidió anular la falta de mérito respecto de Soraire y "reenviar las presentes actuaciones al Tribunal a quo para que dicte un nuevo pronunciamiento conforme a derecho".
Entre otras consideraciones, Casación sostuvo que "la valoración de los elementos y constancias de la causa" realizada por los jueces inferiores en lo que respecta a Soraire fue "arbitraria y carente de fundamentación".
Omisiones
Casación reseñó algunos elmentos que la Sala II de Apelaciones "omitió ponderar". Entre ellos destacó los testimonios de los hermanos Segundo Bernabé Rodríguez y Domingo Nolasco Rodríguez.
Los Rodríguez, ya fallecidos, han sido importantes para esclarecer delitos de lesa humanidad cometidos en el sur provincial. Según ellos mismos contaron, tenían buena relación con militares y policías que participaban de la dictadura. Pero el 10 de mayo de 1977 la Guardia del Monte mató a su hermano menor, Oscar Ramón Rodríguez, junto a José Lino Salvatierra, que pasó a conocerse como "El crimen de los arbolitos".
Desde entonces los hermanos se abocaron a perseguir justicia, investigaron por su propia cuenta y se enfrentaron incluso con los jefes de la represión. En relación a la muerte de Yazlle, Segundo Rodríguez declaró que en su búsqueda de información sobre el crimen de su hermano conversó con el "Chueco" Varela, medio hermano de Fortunato Saravia.
Varela, que vivía al lado de Saravia, le contó que había escuchado cuando "todos aquellos policías provinciales comentaban que habían matado a una persona en Morillo (…) lo mismo que al de Las Lajitas”. Aunque no había podido escuchar el nombre de la víctima, el confidente le dijo a Rodríguez que hablaban de la muerte de un hombre, un comerciante o un viajante, al que "habían puesto sobre las vías y luego le pasó el tren por encima".
Domingo Rodríguez confirmó que escuchó al Chueco contar que los policías "hablaban de los homicidios cometidos en El Tunal, Las Lajitas y Morillo”.
A pesar de estos testimonios, y los de los empleados que vieron a los foráneos que preguntaban por la casa de Yazlle, entre otros elementos, la Cámara de Apelaciones salteña consideró que la prueba no alcanzaba para precesar a Soraire y ratificó la falta de mérito dictada en primera instancia.
Por el contrario, Casación entendió que estos elementos habilitan continuar con el proceso penal. "Se advierte una omisión en la ponderación de los señalados elementos de prueba", sostuvo el juez Borinsky, el primero en pronunciarse por la anulación de la resolución de la Cámara de Apelaciones salteña. "Esto demuestra el análisis parcial efectuado por los órganos jurisdiccionales al decretar la falta de mérito respecto a Andrés del Valle Soraire", concluyó.
En 2014 Soraire fue condenado a prisión perpetua en la conocida como Causa Metán, en la que se investigaron delitos de lesa humanidad cometidos en el sur de Salta. A Soraire se lo declaró culpable de homicidios, privación ilegítima de la libertad, corrupción de menores e imposición de tormentos. Y más tarde fue condenado por los homicidios Oscar Rodríguez y José Salvatierra.