Una escuela de la las afueras de La Plata llevará a partir de mayo el nombre del estudiante de periodismo Miguel Bru, torturado hasta morir en 1993 en una comisaría de la capital bonaerense y que sigue desaparecido, según informó la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata.
El nombre de Bru, desaparecido en democracia, salió de una votación de la comunidad educativa de la Escuela Secundaria número 50, ubicada en 120 entre 523 y 524 de La Plata. La Facultad platense detalló que la directora de la Secundaria 50 de Tolosa, Giselle Martín Ocampo, y el actual inspector jefe distrital de Berisso, Mario Barrios, se reunieron con la decana Andrea Varela, para organizar el acto de imposición del nombre a la institución educativa.
El nombre del joven de 23 años será impuesto al celebrarse dentro de dos meses el Día Nacional Contra la Violencia Institucional. En el encuentro también estuvieron el secretario y el prosecretario de Derechos Humanos de la facultad, Jorge Jaunarena y Alberto Mendoza Padilla, respectivamente. Ambos son integrantes de la Asociación Miguel Bru, organización sin fines de lucro que trabaja por la defensa de los Derechos Humanos frente a los abusos de poder policial e institucional.
Bru denunció en agosto de 1993 a efectivos de la Comisaría 9ª de la Plata por un allanamiento ilegal en su domicilio, y desde entonces sufrió amenazas y hostigamiento para que retirara la denuncia. El 17 de agosto del mismo año fue secuestrado cerca de la localidad platense de Bavio. Las declaraciones de varios detenidos, y las pericias en el libro de guardia, permitieron comprobar que fue ingresado en esa seccional, entre las 19 y las 20, donde fue visto por última vez mientras era torturado.
En 1999, el subcomisario Walter Abrigo fue condenado a prisión perpetua y murió en la cárcel. La misma pena recibió el sargento Justo López, quien en 2014 se vio beneficiado por la libertad condicional, una gracia revocada en 2017. Por encubrimiento fueron sentenciados a dos años el excomisario Domingo Ojeda, a cargo de la secional, y el exoficial Ramón Cerecetto, quien adulteró el libro de guardia.
La familia, con su madre Rosa a la cabeza, todavía reclama el cuerpo de Miguel Bru. Cada año, al cumplirse un aniversario, se realiza una vigilia en La Plata. Desde la desaparición hubo más de 35 rastrillajes la ciudad y zonas aledañas y no se ha podido dar con él.