(Desde Santa Fe)
El bloque de Miguel Lifschitz en la Cámara de Diputados tomó el control de la comisión bicameral de Acuerdos y plantó más interrogantes a la investigación del fiscal regional de Rosario Patricio Serjal por supuesto “mal desempeño”, que está cajoneada en la Legislatura desde diciembre, hace tres meses. El operativo le sustrajo también al Partido Justicialista uno de los dos representantes que tenía en la comisión hasta que quedó acéfala, por lo que el otro, que fue su último presidente cuando se le abrió la causa a Serjal y hoy es el jefe del bloque del PJ, Leandro Busatto, impugnó el manotazo político en el recinto, anunció la abstención de la bancada –a la que luego se sumaron otras cuatro de las minorías- y dejó en suspenso si ocupará el cargo o lo reemplazará alguno de sus colegas. En el armado de Lifschiz y el que decidió el Senado, sólo quedan tres legisladores que resolvieron investigar a Serjal: dos del peronismo: el senador Alcides Calvo (muy cercano al gobernador Omar Perotti) y Busatto (si decide integrar la comisión) y uno del Frente Progresista: Gabriel Real, del PDP. Tres sobre doce. Lo que también mete otro interrogante sobre la continuidad del diputado Carlos del Frade, a quien la comisión de Acuerdos designó para que investigara a Serjal, pero ni siquiera pudo empezar su tarea porque el bloque de Lifschitz demoró la designación de sus representantes hasta el jueves último.
La comisión de Acuerdos está integrada por cuatro senadores y ocho diputados. El Senado eligió a sus representantes ya el año pasado. Pero, en Diputados el trámite se demoró tres meses, que es el lapso en que la comisión quedó acéfala y por lo tanto, el diputado Del Frade ni siquiera pudo empezar la investigación a Serjal.
En el período anterior, hasta 2019, el Partido Justicialista tenía dos diputados en la bicameral: Busatto y su colega Julio Eggimann, que también votó para investigar al fiscal regional de Rosario, pero cumplió su mandato el 10 de diciembre.
Desde el cambio de gobierno y la llegada de Perotti a la Casa Gris, Busatto insistió que el bloque de diputados del PJ –que ahora preside- debía mantener sus dos bancas en la comisión de Acuerdos, la misma representación política de 2019. “Nos corresponde por ser la segunda fuerza en la Cámara de Diputados, pero también por ser el oficialismo en la provincia”, dijo.
El jueves, un operativo que quedó a la vista en el recinto de la Cámara, redujo la representación de los diputados del PJ en la comisión de Acuerdos a la mitad: de los dos cargos que tenía, le dejó uno y le sustrajo el otro. Busatto impugnó, anunció que ni él ni sus colegas de bloque Matilde Bruera, Lucila De Ponti, Luis Rubeo, y Paola Bravo (el presidente del PJ, Ricardo Olivera estaba ausente) convalidaban el armado. “Nos vamos a abstener en la votación”, le dijo a Lifschitz. Y denunció que la arrebatiña dejaba a los diputados del PJ “subrepresentados” en la bicameral.
El diputado Oscar Martínez del Frente Renovador también impugnó y se reservó el derecho de “tomar un camino distinto al reclamo que hacemos acá”, pero sin precisar cuál era esa acción. Ya eran seis abstenciones del peronismo, a las que se sumaron Del Frade y su compañera de Ciudad Futura, Dámaris Pacchiotti.
Hasta ese momento, la Cámara votaba representantes en la comisión de Acuerdos en secreto. Los nombres figuraban en otro lado. El jefe del bloque Igualdad, Rubén Giustiniani pidió entonces que se leyera ese “anexo”. El secretario parlamentario Gustavo Puccini miró a Lifschitz. Puccini era el secretario administrativo del Ministerio de Seguridad cuando Maximiliano Pullaro era ministro, el que le llevaba las cuentas.
--Estamos votando un anexo que no se leyó. Pido que se conozca el anexo. Que se de lectura por Secretaría del anexo mencionado -insistió Giustiniani, ya por cuarta vez. Más murmullos.
Puccini leyó entonces los nombres del anexo, los diputados que integrarán la comisión de Acuerdos: “(Lionella) Cattalini, (Pablo) Farías, (Fabián) Bastía, (Maximiliano) Pullaro, (Gabriel) Real, (Gabriel) Chumpitaz y (Nicolás) Mayoraz”. Cinco legisladores del bloque de Lifschitz: dos socialistas, dos radicales y Real; uno de Juntos por el Cambio y otro del bloque celeste. Siete nombres, faltaba el representante del PJ.
A las ocho abstenciones, se agregaron entonces las de Giustiniani y su colega Agustina Donnet y las del bloque Somos Vida, Amalia Granata y Betina Florito. Doce en total. La resolución salió entonces en votación dividida con el apoyo del bloque de Lifschitz, del macrismo y de Mayoraz y sus amigos.