¿Se pueden vivir dos partidos a la vez sin tiempo para respirar? ¿Se pueden pasar 90 minutos con el control remoto en la mano viajando de la Bombonera a Tucumán y de Tucumán a la Bombonera en un ida y vuelta infernal?
Le debe haber pasado a muchos hinchas de Boca y a los neutrales ansiosos, en una definición que se recordará por mucho tiempo. De un lado, el Pollo Vignolo y Diego Latorre en la transmisión de Fox Sport Premium y al ladito nomás, en TNT Sports Pablo Giralt y Juan Pablo Varsky. Y en ambos casos con equipos de apoyo en la otra cancha para que la información llegara al instante.
Pero el hincha que frente a la tele no se quería perder detalle debía actuar como director de cámaras y pasar de un lado a otro. Pelota a la tribuna en Tucumán, imagen de la Boca, demora por lesión en la Bombonera pase urgente a la cancha de Atlético. Había que tener mucha muñeca y un poco de suerte para embocar toda la jugada del gol anulado (mal anulado, por cierto) a Borré, el corner y el cabezazo de Toledo, el gol de Tevez con ayuda del arquero de Gimnasia, el increíble gol que se perdió Agudelo debajo del arco, la jugada de Scocco mano a mano, un atajadón de Andrada...
El aluvión de centros en el final en Tucumán con cinco minutos de alargue que pasaron volando para los de River y resultaron interminables para los de Boca. Un detalle de esos que generalmente sólo se ven en la tele. Antes del corner que terminó en el gol de los tucumanos se vio un primer plano de Franco Armani desencajado en un gesto premonitorio.
Los hinchas de River le deben haber dado los mayores números de audiencia de TNT Sports porque los de Gallardo no dependían de nadie y nada importaba de lo que ocurriera en la Bombonera si se daba la lógica de equipo imparable en condición de visitante
De las nueve combinaciones de resultados posible seis favorecían a River, solo dos a Boca y una llevaba a un partido desempate. Para que ello ocurriera tenía que perder River y empatar Boca. Y esa variante se dio durante 16 minutos, el tiempo que separó al gol de Toledo del de Matías Suárez. En las dos transmisiones lo resaltaba a cada instante después del 1 a 0 de los tucumanos: "Con este resultado habrá un partido de desempate la semana que viene en Córdoba o en la Plata", decían restregándose las manos.
Cuando empató Suárez, River era campeón y así se iba dando hasta la segunda mitad del periodo complementario en la Bombonera, cuando Tevez hizo su gol y Boca pasaba a ser campeón. Pero faltaba mucho todavía y en cualquier momento podía llegar el segundo de River, que fue el mejor equipo del campeonato. Claro que los números parecen decir otra cosa: Boca un punto por arriba de River.
Los números también hablarán de records de rating, seguramente.