En diálogo con Radio Nacional Salta, Norris se manifestó en contra de los Derechos de Exportación, a los que responsabilizó de “generar un desbalance en la producción” regional.
Por lo que confirmó que se plegarán al cese de comercialización de 4 días que anunció la Mesa de Enlace a partir del lunes y que implicará “no mover granos ni hacienda”, aunque descartó de plano la realización de cortes de ruta.
Reconoció que el nuevo esquema de retenciones beneficia a algunos productos de las economías regionales, como el poroto y el garbanzo, pero consideró que “hoy existe un equilibro dentro de la provincia donde producir soja es tan necesario como el resto de los cultivos”.
“Si uno produce estos desequilibrios, bajando las retenciones de unos productos y subiendo los de otros, en la próxima campaña va a haber una sobreoferta de poroto y va a hacer caer su precio”, agregó.
Si bien la soja representa poco menos de la cuarta parte del área sembrada en la provincia, la oposición de PROGRANO responde a la gran concentración de la tierra en Salta que hace que sean muy pocos los productores de soja que puedan acceder a la compensación que prevé el nuevo esquema de retenciones para quienes hayan declarado en la temporada pasada menos de 1.000 toneladas.
Según datos del Censo Nacional Agropecuario 2018/19, solo 242 productores de oleaginosas son los responsables de sembrar casi 280 mil hectáreas, a razón de 1.150 hectáreas en promedio por productor. Así las cosas, y con un rinde promedio de 2,5 toneladas por hectárea, el sojero promedio produce 2.875 toneladas por año, y se ve obligado a pagar el 33% de retenciones, sin ningún tipo de compensación.
Norris fundamentó ese grado de concentración productiva en que la presión impositiva y el costo del flete por la lejanía respecto del puerto, provocan que no sea rentable producir soja a menor escala. “Acá en el norte argentino cosechamos para pagar las cuentas y apenas salimos empatados”, se quejó.
“Escupirse la cara”
El director del distrito 15 (Salta y Jujuy) de la Federación Agraria Argentina, Eliseo Rovetto, que es además Secretario de Economías Regionales de la organización a nivel nacional, aseguró que las bases “no están de acuerdo con un cese de comercialización, menos a 90 días de haber comenzado un gobierno, y mucho menos nosotros que somos pequeños productores que producimos únicamente comida para los argentinos”.
“No somos grandes sojeros ni mucho menos. Nosotros estamos en contra del desmonte y del gran avance que ha hecho la sojización, todo lo que ha causado en las provincias de Salta y Jujuy”, agregó el dirigente agrario en diálogo con Salta/12.
Rovetto relató que no fue consultado sobre la decisión de adherir al lockout patronal, a pesar de formar parte del Comité Directivo, y responsabilizó al presidente de FAA, Carlos Achetoni por esa determinación. “Ha sido una decisión inconsulta de los productores de la pampa húmeda y hacen de cuenta que no existiera el resto del país”, se lamentó.
Rovetto opinó que para los pequeños productores, plegarse al paro es como “escupirse la cara”. En ese sentido, recordó que la segmentación de las retenciones por cultivo y por tamaño del productor fue un reclamo histórico de la Federación Agraria Argentina que ahora el gobierno nacional hace realidad.
“En la anterior conducción pedimos (que la segmentación sea) hasta 1.000 toneladas. En la provincia de Santa Fe significa un campo de 350 o 400 hectáreas, y un campo con el rinde que tenía la soja hace 2 años atrás en Salta o Santiago del Estero significaban 500 hectáreas. ¿Qué pequeño productor puede tener esa cantidad de hectáreas?”, se preguntó Rovetto.
El gobierno introdujo una serie de modificaciones en los derechos de exportación a la soja y los productos de las economías regionales, que previamente se había discutido con los actores del sector.
El incremento es de un 3% (del 30 al 33%) y se daría, según el gobierno, para unos 15 mil productores (el 26% del total), aquellos que venden más de 1000 toneladas. Para los demás, se confirmó la implementación de un esquema de compensaciones, que permitiría que los productores que venden hasta 1000 toneladas se mantengan pagando el 30% de retenciones e incluso menos si venden hasta 500 toneladas.
Pero a su vez, la medida incluye una reducción significativa en los derechos de exportación de 22 productos de las economías regionales. Se destacan las rebajas de las retenciones para el girasol, harina de maíz, harina de trigo y el maní.