Bajo el lema "sí a las mujeres, sí a la vida", cientos de personas, convocadas por la cúpula de la Iglesia Católica argentina, se congregaron a las puertas de la Basílica de Luján para celebrar una misa en contra del derecho al aborto legal, seguro y gratuito, en el marco del Día Internacional de la Mujer. La ceremonia fue presidida por monseñor Oscar Vicente Ojea quien afirmó que "no es lícito eliminar ninguna vida humana. La violencia y la muerte son exactamente lo contrario al proyecto de Jesús" y agregó que "la vida es el primer derecho".
La convocatoria fue realizada por la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) con motivo del Día Internacional de la Mujer y se celebró una semana después de que el presidente Alberto Fernández anunciara, al hablar ante la Asamblea Legislativa, el envío de un proyecto de ley para legalizar el aborto. Es la primera vez que la Iglesia organiza una convocatoria masiva para un 8 de marzo.
Con una plaza a medio llenar, entre banderas y pañuelos celestes, pequeños y grandes fetos hechos en papel maché, Ojea ofició la misa convocada por la Conferencia Episcopal argentina, en contra del proyecto de ley de Interrupción legal del Embarazo (ILE). "Hemos sido convocados por la virgen de Luján para celebrar y agradecer las vidas de las mujeres y todas las vidas, valoramos los derechos de toda vida y de cada niño por nacer", afirmó el monseñor. Entre otros, de la misa participaron también participaron el arzobispo de Buenos Aires Mario Poli y el arzobispo de La Plata Héctor Aguer
Al mismo tiempo que en distintos lugares de Argentina las mujeres organizadas realizaban pañuelazos y actividades en reclamo por la ILE, a Luján se acercaban personas de varios puntos del país para rechazar el proyecto de ley: "Vinimos a defender la vida una vez más, no nos vamos a cansar y menos este año" afirmó Alejandra, quién llegó desde Corrientes, y agregó que "tenemos miedo de que se decrete la muerte en Argentina", en relación a la posibilidad concreta de que este año la ILE sea finalmente ley.
Por su parte Horacio, vecino de Luján, aseguró que "estamos celebrando a las mujeres". Consultado por este diario acerca de las razones de tal celebración detalló que "nosotros somos los que de verdad estamos cuidando a las mujeres. Queremos que puedan disfrutar de sus embarazos cómo se debe". Antes del inicio de la misa, la presentadora del evento dedicó la jornada a la virgen María quien "tuvo un embarazo inesperado, de adolescente, que hizo correr riesgo su vida y, sin embargo, tomó la decisión correcta y nos regaló a Jesús".
Luego de rezar un padre nuestro en honor a María, se dio paso a la visualización de un video en el que el papa Francisco, en misa en el Vaticano, comparaba a las mujeres que abortan con sicarios: "¿Es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es lícito contratar a un sicario para resolver un problema?”, preguntaba el papa para despertar la negativa generalizada del público. Al terminar el video, la presentadora dio inicio a la misa y el escenario se colmó de hombres: obispos, sacerdotes y diáconos de todo el país oficiaron la misa del día internacional de la mujer.
Finalizada la ceremonia la gente desconcentró por las calles aledañas a la Basílica, donde colgaban pasacalles blancos y celestes con el lema "honramos la vida". En las paredes, por su parte, pequeños afiches pegados por agrupaciones feministas mostraban lemas como "sí a la vida es sí a las mujeres y disidencias", "sí a la vida es no obligar a gestar" o "sí a la vida es sí a la Educación Sexual Integral". Una mujer junto a sus tres hijos se encargaban de romper los afiches mientras otro hombre tachaba las consignas con un fibrón negro para dejar a la vista solo el lema "sí a la vida".
Informe: Santiago Brunetto.