El sprint final de este Boca Juniors campeón fue prácticamente perfecto. Con Miguel Angel Russo en el banco –en su segundo ciclo en el club de la Ribera– y Carlos Tevez como líder, goleador y adalid del equipo, en siete fechas (seis victorias y un empate) el conjunto xeneize le arrebató el título de las manos nada menos que a su archirrival River Plate. El último DT boquense en alzar la Copa Libertadores condujo al equipo en apenas siete partidos de la presente Superliga, que bajará su telón este lunes, mientras que su predecesor Gustavo Alfaro dirigió los primeros 16 compromisos. Asimismo, mientras Alexis Mac Allister (actualmente en el Brighton de Inglaterra) y el italiano Daniele De Rossi (que se retiró de la profesión) ya no están en el club, Guillermo "Pol" Fernández y el peruano Carlos Zambrano arribaron este año y con un puñado de partidos ya se coronaron.
Boca Juniors empezó 2020 corriendo detrás primero de Argentinos Juniors y luego de River Plate, cuando el equipo de Marcelo Gallardo se puso al día venciendo a Independiente en el partido que se postergó en noviembre pasado, debido a que el club de Núñez debía disputar la final de la Copa Libertadores 2019 ante Flamengo de Brasil.
Atrás había quedado el ciclo de Gustavo Alfaro, que terminó el año con la derrota 1-0 de visitante ante Rosario Central en un encuentro por la 16ª fecha, que marcaría además el inicio del receso de la Superliga y, tras la elección que ganó la dupla Jorge Ameal-Mario Pergolini con Juan Román Riquelme como mascarón de proa, el fin de Alfaro como entrenador xeneize.
En diciembre pasado, precisamente, en el que luego resultaría su último encuentro como DT xeneize, Alfaro había dispuesto en Arroyito su equipo titular con Andrada; Buffarini, Izquierdoz, Alonso, Mas; Capaldo, De Rossi; Marcone, Mac Allister; Salvio, Abila. En el complemento ingresaron Reynoso, Soldano y Obando. Ya sea por lesión o decisiones tácticas, tanto Tevez (al que Alfaro primero mimó y luego mandó al banco) como el colombiano Villa brillaron por su ausencia.
Pero las cosas serían distintas para este Boca modelo 2020, ya que Russo decididamente metió mano. Si bien por la lesión de Andrada arrancó Marcos Díaz como dueño de los tres palos, el arquero de la Selección argentina recuperó la titularidad en la 20ª fecha ante Central Córdoba en Santiago del Estero.
Y mientras en la última línea el colombiano Frank Fabra se consolidó en su lateral por encima de Mas, en mitad de cancha y a partir de buenas actuaciones, otro colombiano, Jorman Campuzano, le ganó la pulseada a Marcone, el refuerzo Fernández fue un paliativo para la polémica y anticipada partida de Mac Allister al fútbol inglés, en tanto Salvio y Soldano mantuvieron sus puestos.
Russo le dio otra oportunidad a Villa (el jugador respondió) y le renovó toda la confianza a Tevez, aun con Zárate restablecido de su lesión y con Abila metiendo goles pese a arrancar como suplente.
Ante el Gimnasia de Maradona, la última línea xeneize presentó a Buffarini, el paraguayo Alonso y Fabra (sobrevivientes del ciclo Alfaro), pero ante la lesión de Lisandro López y la suspensión de Izquierdoz, Russo mandó a la cancha al peruano Zambrano, quien tuvo su debut en el equipo el último martes en Venezuela por Copa Libertadores en el 1-1 ante Caracas.
"El fútbol no es uniforme", aclaró en este punto el entrenador xeneize, quien de este modo fue buscando partido a partido los once que mejor le rendían en el campo, y que a la larga le darían una nueva estrella al club xeneize, pese a dirigirlo en sólo siete de un total de 23 partidos disputados en esta última Superliga.
Pero Russo no fue el único entrenador en la historia reciente de Boca Juniors en tomar las riendas a mitad de torneo y sacarlo campeón. Por caso, cuando en marzo de 2016 Guillermo Barros Schelotto tomó el mando en lugar de Rodolfo Arruabarrena, el equipo xeneize no sólo fue campeón esa temporada sino también en la siguiente. De hecho, hasta el momento el ex delantero sigue ostentando el título de último DT bicampeón argentino.
Todo lo contrario ocurrió con Ricardo La Volpe, quien en 2006 se puso al frente del conjunto de la Ribera para reemplazar a Alfio Basile, elegido para dirigir al seleccionado argentino. Basile le dejaba al ex arquero un equipo aceitado que se encontraba primero en la tabla y que venía de ganar los últimos cinco torneos, contando nacionales e internacionales.
Pero a La Volpe, que volvía a la Argentina tras estar 27 años radicado en México, las cosas no le pudieron haber salido peor, ya que aun con cuatro puntos de ventaja sobre su escolta, Estudiantes de La Plata, Boca perdió los últimos dos cotejos del campeonato y debió disputar una inédita final en torneos cortos. Y en el duelo decisivo disputado en Vélez Sarsfield, los platenses vencieron 2-1. Tras el inesperado fracaso, La Volpe renunció a su cargo.