"Yo paro para que cambie la situación en las villas, para que haya igualdad en el trabajo. Porque si sos villera no te contratan en ningún lado, pero si sos villera y trans, mucho menos. Marchamos para reclamar el acceso a los derechos básicos para poder resistir al trabajo al que nos exponemos, que es el de la calle, el más excluido de la sociedad. Hay compañeras que se mueren de desnutrición, que las echan de las casas, que son maltratadas constantemente. Y como tenemos un gobierno violento en la ciudad, apuntamos a los emprendimientos colectivos que surgen de la militancia y la solidaridad: nos informamos, articulamos entre nosotras y hacemos crecer nuestro espacio. Vamos a parar porque queremos trabajo, vivienda y educación. Este es el primer año que marchamos, porque queremos demostrar que adentro de la villa existe un colectivo trans y queremos que se cumplan nuestros derechos".

Martina Pelinco es referente de la Casa de la Diversidad Trans de la Villa 31.