Sassuolo y Brescia se enfrentaron este lunes para cerrar la acción de la fecha 26 de la Liga de Italia sin saber que ese sería el último partido, al menos por un tiempo, que se disputará por el Calcio. Es que horas después del triunfo 3-0 del equipo local, el Comité Olímpico Italiano (CONI) determinó que todo el deporte de ese país se interrumpirá desde el martes 10 de marzo hasta el viernes 3 de abril debido a la epidemia de coronavirus que afecta a toda la península de ese país.
"Suspendidas todas las competiciones deportivas de equipos y todo nivel hasta el viernes 3 de abril, inclusive", informó esta tarde en un comunicado el CONI. De todos modos, la oficialización del paro de las actividades deportivas se producirá este martes, cuando el Gobierno italiano saque un decreto que autorice a la cancelación de las mismas. Según cifras oficiales publicadas este lunes, el coronavirus afectó a más de nueve mil personas en Italia, causando un total de 463 fallecidos.
Así las cosas, cobró aún mayor significado el festejo realizado por el delantero Francesco Caputo, quien tras marcar el primero de sus dos goles mostró un cartel frente a las cámaras que decía: "Todo va a estar bien, quédense en casa". Al igual que el resto de los partidos de la jornada, en el estadio Mapei de Sassuolo no había público.
La disposición del CONI no afecta "a las actividades deportivas internacionales", las cuales se realizarán pero a puertas cerradas, como ocurrió este fin de semana en la Serie A y todas las categorías del fútbol italiano.
Por su parte, al menos dos partidos de los octavos de final de la Champions League se jugarán a puertas cerradas esta semana en España y Francia, informó la Unión Europea de Fútbol Asociado (UEFA).
Por los octavos de final de la Champions, Valencia recibirá el martes a Atalanta de Italia sin público en su estadio Mestalla con la urgencia de revertir el 4-1 sufrido en la ida en Milán; mientras que París Saint Germain hará lo propio el miércoles ante Borussia Dortmund, forzado a dar vuelta la derrota por 2-1 que le aplicó el equipo alemán en el primer juego.