Cualquier persona que llegue a Israel tendrá que someterse a una cuarentena de dos semanas para evitar la propagación del coronavirus en el país, anunció Benjamin Netanyahu. El primer ministro manifestó que se trató de una decisión "difícil", pero eligió "priorizar y mantener la salud pública". De esta forma, tanto los israelíes que vuelvan al país desde el exterior como los extranjeros que pisen el territorio deberán permanecer aislados en cuarentena domiciliaria. Los viajantes externos que no cumplan con la medida serán devueltos a sus países de origen. Por su parte, unos 80 mil ciudadanos israelíes que volvieron recientemente al país ya permanecen aislados. Hasta el momento, el gobierno de Israel reporta 42 casos de coronavirus en su territorio, aunque no se registran víctimas fatales.
"Luego de una jornada de discusiones difíciles, hemos tomado una decisión: los que vengan a Israel desde el extranjero serán aislados durante 14 días", declaró Netanyahu en un video difundido en su cuenta de Twitter. "Esta es una decisión compleja para el país, pero es necesaria para mantener la salud pública, y la salud pública está por encima de todo", declaró el primer ministro en funciones.
"Debemos preocuparnos por apoyar la economía israelí", agregó Netanyahu, que en plenas negociaciones para formar gobierno pidió aplazar el inicio de su juicio por corrupción, previsto el 17 de marzo, afirmando que no tuvo acceso a algunos documentos de la investigación.
De acuerdo a la nueva decisión del gobierno, los israelíes que vuelvan del exterior y los extranjeros que quieran entrar al país deberán someterse a una cuarentena domiciliaria durante 14 días a su regreso. El ministerio de Interior de Israel agregó que los extranjeros que no puedan guardar cuarentena serán devueltos a sus países. La decisión gubernamental tendrá un efecto inmediato y entrará en vigencia en las próximas dos semanas.
Israel ya había impuesto restricciones a los viajeros que llegaban desde Italia, el foco más importante de la epidemia después de China y otros países como Francia. El debate sobre la necesidad de incluir a Estados Unidos, tras el aumento exponencial de los casos allí, llevó a Netanyahu a extremar las medidas, que abarcan ahora a todos los viajeros.
Hasta el momento no se produjo ninguna muerte en el país, pero las autoridades israelíes reportaron 42 casos de coronavirus sobre el territorio. Por su parte, Palestina confirmó 25 casos de la enfermedad COVID-19 en territorios palestinos, y el gobierno local decretó el pasado cinco de marzo el estado de emergencia sanitaria por 30 días.
Las medidas de restricción ocurren un mes antes de la pascua judía, que este año se celebra el ocho de abril. Habitualmente, decenas de miles de judíos del mundo llegan a Israel para celebrar esta fiesta religiosa.
Pero este año, en la capital Jerusalén, el descenso del turismo ya empieza a notarse. Son pocos los turistas que se ven recorriendo la Ciudad Vieja, en la parte oriental ocupada de la urbe, y, según comentan varios comerciantes locales, el número de clientes disminuyó notablemente en los últimos días.
Desde la aparición del nuevo coronavirus en diciembre pasado, 113.255 personas han sido contagiadas, de las cuales 3.964 fallecieron, en 101 países y territorios, según un balance sobre la base de fuentes oficiales.