"Me acuerdo del momento con exactitud: yo tirado en la cama, absolutamente a oscuras, mirando el techo en silencio, sin saber qué hacer, sin querer asumir, con la cabeza explotada. Acababa de estar con un hombre por primera vez y no lo podía aceptar. Aquella noche fue una de las peores que recuerde". Así comienza su relato el alero Sebastián Vega, jugador de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia que optó este martes por hacer historia en el deporte argentino al reconocerse públicamente como gay, señalando el camino para otras personas que "están o estuvieron en una situación semejante".
Entrerriano de 31 años y con pasos previos por Peñarol de Mar del Plata y Boca Juniors -entre otros-, Vega se abrió a través de una carta en Twitter titulada "La verdad nos hace libres". Y no pasó un minuto de su publicación que su club, Gimnasia de Comodoro, lo retuiteó, evidenciando el apoyo al jugador.
"¿Cuál es el objetivo de todo esto? ¿Qué quiero lograr?", se pregunta Vega durante su relato. "Lo más importante es poder cerrar una etapa y sentirme libre de una vez. Libre de culpa, de sentirme en falta. Demostrarle a todos y a mí mismo que puedo ser gay y seguir jugando al básquet con el compromiso que tuve desde que debuté en la Liga. Sé que marcará mi futuro, pero también me permitirá reconciliarme con el pasado", explica.
Vega es una de las figuras del elenco chubutense, que marcha tercero en la Liga Nacional de Básquet con 19 triunfos y seis derrotas (76 por ciento), por detrás de Quimsa de Santiago del Estero (18-3 y 85,7%) y San Lorenzo (17-4 y 81%). El alero de 2 metros promedia 11,7 puntos por partido, 6,3 rebotes, 3,8 asistencias y 1,8 robos, siendo segundo en el torneo en este rubro.
"También me gustaría que este disparador pueda ayudar a otras personas que tal vez están o estuvieron en una situación semejante. Ayudar en ese recorrido, para que sea, al menos, un poco más liviano. Menos Traumático", agrega Vega, conciente del potencial significado de su mensaje.
La homosexualidad ha sido siempre un tema oprimido del discurso en la gran mayoría de las distintas esferas de la vida social y especialmente en el deporte, donde el machismo tiene uno de sus principales bastiones. Para encontrar casos de basquetbolistas que declararon abiertamente ser gays, hay que ir hasta Estados Unidos.
En 2007, cuatro años después de retirarse lo hizo el inglés John Amaechi, ex pivot de Orlando Magic y Utah Jazz, durante una entrevista televisiva. Mientras que en 2013, fue el turno del también pivot John Collins, quien llegaría a jugar luego una veintena de partidos en Brooklyn Nets, convirtiéndose en el primer basquetbolista abiertamente gay en actividad.
En cuanto a la Argentina, el que marcó el sendero hace unos meses fue el voleibolista Facundo Imhoff, quien se declaró gay a los 30 años. El santafesino, que actualmente juega en Bolívar Vóley, contó vivencias similares a las de Vega. "Me lesionaba constantemente sin explicación aparente y sabía que era por eso. Cuando decidí contarlo, se terminaron las lesiones. El cuerpo mismo me lo estaba pidiendo", había relatado en 2019, señalando un camino que, de a poco, va sumando transeúntes.