“El lago tiene mejor acceso que el que tenía antes de que Joe Lewis compre esa propiedad que limita con el lago. Es un acceso peatonal desde la ruta nacional”. Luego de caminar durante 3 días seguidos en el único sendero “público” hacia el Lago Escondido, los integrantes de la Marcha por la Soberanía denunciaron que aquel acceso del que habló Mauricio Macri en enero pasado es “absolutamente peligroso e intransitable” y no permite la llegada de todo aquel que quiera hacerlo. “La soberanía del lago está en peligro. Es intransitable para niños, niñas, adultos mayores, y personas con movilidad reducida; solo es transitable para deportistas entrenados o montañistas”, aseguró el grupo de 24 personas que llegó hasta ese espejo de agua encabezados por Julio Urien, presidente de la fundación interactiva para la cultura del agua (Fipca). Tanto el magnate británico como el Estado provincial vienen incumpliendo distintos fallos judiciales que ordenan abrir otros caminos existentes y preexistentes a la compra de esos terrenos por parte de Lewis.
Tras una travesía intensa, representantes de la cultura, los derechos humanos, deportistas, ambientalistas, militantes políticos y montañistas comprobaron que los dichos del presidente Macri son falsos. Después de varios días de dura caminata en la localidad de El Bolsón (33 kilómetros de montaña), el grupo llegó a la orilla oeste del Lago Escondido a través del camino conocido como “cajón del azul”. Los integrantes de la marcha tuvieron que pasar la noche en dos refugios, moverse por un sendero que en muchos tramos no tenía señalización alguna, y caminar entre cañas colihues filosas y peligrosas para el tránsito no experimentado, así como escaladas y trepadas sobre rocas dispersas en rampas naturales con ángulos de hasta 45 grados en barro.
Al arribar, acamparon en el área conocida como Camino de Sirga, frente a la casa de huéspedes donde supuestamente habría ocurrido el encuentro entre Barack Obama, Macri y Lewis. Encontraron botellas de detergente abandonadas, fogones de reciente utilización en una zona donde se advierte la prohibición de realizar fuego. El miércoles pasado por la mañana, los integrantes de la marcha realizaron en el lago actividades y deportes acuáticos, se remontaron barriletes con los colores patrios y actividades de pesca con permiso adquirido. Por la tarde, las condiciones climáticas desmejoraron dramáticamente, se desató un temporal de lluvia, frío viento y nieve en cumbres.
De acuerdo a lo planificado y a las condiciones del clima, al día siguiente se comunicó a los trabajadores de la empresa Lago Escondido (que merodeaban el campamento) la intención de marchar por el sendero público hacia el casco de la mansión de Lewis para emprender el regreso hacia la salida por el Camino de Tacuifí, un sendero menos exigente y que la Justicia de Río Negro ordenó como el camino de acceso público que debía ser habilitado. La policía les advirtió que en ese caso deberían avenirse a las consecuencias: serían detenidos con posibilidad de episodios de violencia y confrontación.
Ante la amenaza de detención y la imposibilidad por las condiciones climáticas de volver por el Cajón del Azul, la mayoría de la comitiva aceptó utilizar el protocolo de rescate. Llamativamente, la policía de Río Negro articuló recursos con la empresa de Lewis para la evacuación. Sólo siete montañistas entrenados lograron volver por el mismo camino de ida, registrando el peligro al que Macri, Lewis y el gobierno de Río Negro somete a todos aquellos que quieran acceder a uno de los paisajes naturales más hermosos de argentina.