¿Por qué decidimos juntarnos las mujeres? ¿Qué nos convoca de las manifestaciones callejeras? Qué poder sentimos que se nos otorga al ser miles, juntas y unidas en un mismo grito?
Tanto la pelea por la ley del aborto, como la indignación frente a las estadísticas crecientes en torno a los femicidios de los últimos años generaron una necesidad vital, casi de la fiera que defiende a sus cachorros, de armarnos banderas y salir a gritar juntas nuestro descontento. Se llenaron las calles de orgas dispuestas a dejar la voz en cada esquina. Me sumé siempre a ese grito, pero en lo personal tuve la necesidad de generar dispositivos desde el lenguaje visual que dejen testimonio de esta lucha. Algo que tenemos muy a mano les artistas visuales es la posibilidad de mostrar la realidad sin necesidad de caer en literalidades. La poesía es a nosotres un vocabulario muy afín, y ella tiene la capacidad de penetrar en un lugar de la conciencia que atraviesa capas derribando pensamientos comunes.
Hace cuatro años, desde la creación de Dora Morgen, recibo casi a diario innumerables testimonios de chicas, mujeres grandes, disidencias sexuales, de personas que nunca les habían puesto palabras a su dolor: muchas llegaron a estar casi 55 años guardando un malestar que tenían desde los 12 o desde antes. Este dispositivo artístico les permitió dejar registro bordado de una situación traumática singular que puesta en contacto con las otras, inmediatamente se volvía colectiva. A partir de esta experiencia, siento un profundo compromiso con mi tiempo.
¿Qué puede un dispositivo artístico frente a la trama de las violencias? Para este último 8M reuní a las trabajadoras del arte de #lagranpaternal para hacer una acción frente al Congreso Nacional usando guantes de látex naranjas como elemento de la violencia simbólica. La Gran Paternal es un conjunto de artistas del barrio con los que armamos un tejido territorial para mostrar nuestro hacer dos veces por año. Abrimos nuestros espacios y pueden visitarnos y conocer cómo funciona nuestro trabajo. Nosotras ya estábamos nucleadas bajo esa red, yo tomé la decisión de reunirlas y generar una acción desde las mujeres del arte. Decidimos ponerle #lagranmaternal. Esto rápidamente fue aceptado por la mayoría y en una semana teníamos remeras serigrafiadas que llevó a cabo una de las compañeras, Andrea Moccio, y logramos gestar una tarea desde adentro de nuestro propio núcleo de trabajo.
Lo que quiero dejar plasmado con el relato de estas experiencias es que tenemos a mano un sinfín de recursos artísticos disponibles para llevar a cabo, y que es necesario ponerlos a funcionar y dejar registro de esto que se hizo para, así, contagiar a muches con estas acciones. Como dijo Galeano: “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”
*Docente y artista visual. Creadora del colectivo de bordado Dora Morgen.