Juneau, Alaska: Avalancha el día que nací, que sepultó una tercera parte del pueblo.
Deer Lodge, Montana: No había calefacción, solo el horno. Terremoto.
Helena, Montana: Grietas en la puerta del sótano. Ventiscas.
Mullan, Idaho: El río justo delante, demasiado peligroso salir a jugar. Aserradero justo al lado. Encerrada en casa. Crecidas.
Mina Sunshine, Idaho: Paredes finas como el papel. Mamá llorando y llorando. La estufa de leña humeaba. Avalanchas.
El Paso, Texas: Cucarachas, pasillo oscuro, tres borrachos miserables. Sequía. Inundaciones.
Patagonia, Arizona: Los murciélagos se metían dentro, se asustaban, te batían las alas en la cara. Plaga de langostas.
Santiago, Chile: Doncellas, día y noche. Terremotos. Dos inundaciones.
Rose Street, Albuquerque, Nuevo México: Tormentas de arena. Un viejo murió en el campo de manzanos.
Lead Street, Albuquerque, Nuevo México: Antigua casa de Edward Abbey. Solo un fogón funcionaba. Mugre.
Mesa Street, junto al aeropuerto, Albuquerque, Nuevo México: Aviones.
Carretera de Corrales, Alameda, Nuevo México: Sin agua corriente, ni electricidad, ni cuarto de baño. Dos críos en pañales.
Santa Fe, Nuevo México: Acequia Madre. Dos críos.
Calle 13, Nueva York: Quinto piso. Dos críos, que aún no andaban. Ventisca, todas las calles cerradas por la nieve, milagro. Rothko.
Greenwich Street, Nueva York: Sin calefacción después de las cinco ni los fines de semana. Los niños con orejeras y mitones para dormir. Yo tecleaba con guantes. Local sobre una fábrica de jamón ahumado: mi W. H. Hudson aún huele a jamón veinticinco años más tarde.
Acapulco, México: Luna de miel. Tres semanas de lluvias. Inundación, disentería, Mark electrocutado, más inundación.
Edith Street, Albuquerque, Nuevo México: Agua dura, suelo hundido, el pozo se secó. Todos los patos de los alrededores venían a nuestra piscina.
Puerto Vallarta, México: Demasiados sirvientes, traficantes de droga. Miedo.
Oaxaca, México: Rebaño de cabras en la casa de al lado. Moho. Nos cayó un rayo en Monte Albán.
Yelapa, México: Tiburones, escorpiones, cocos de las palmeras (PUM, PUM), tres críos. Huracán.
Corrales, Nuevo México: Una mansión. Tres cuartos de baño. Triturador de basura roto, lavadora rota, lavaplatos roto. Las cinias no crecían. Las rosas no crecían.
Casa Blanca, Corrales, Nuevo México: Se rompió la bomba, se secó el pozo, los cables volaron, se murieron los pollos, se murieron los conejos, termitas, una cabra se rompió una pata. La sacrificamos de un tiro. Lluvias, sótano inundado, se hundió la baranda, se desfondó el tejado. Se murieron los nuevos pollos.
Princeton Street, Albuquerque, Nuevo México: El tejado se vino abajo. Desahucio.
Griegos Road, Albuquerque, Nuevo México: La quemé.
Russell Street, Berkeley, California: Ocho personas, dos dormitorios. El váter se atascaba. La bajante de la cloaca se rompió. Desahucio.
Telegraph Avenue, Oakland, California: Ventanas rotas. Policía toda la noche.
Richmond Street, Oakland, California: Mosquitos. Policía. Incendio en la casa de al lado. Desahucio.
Alcatraz Avenue, Oakland, California: Casera loca. Sirenas. Desahucio.
Bateman Street, Berkeley, California: Casa perfecta, jardín. Lluvias, se hundió el techo.
Calle 65, Oakland, California: Jack in the Box sirviendo comida rápida hasta las dos de la madrugada.
Woodland, California: Ola de calor, velas derretidas, aire acondicionado roto. R. demasiado paranoico para abrir las ventanas hasta que lanzó un teléfono por la ventana cuando me puse a mirar a un hombre a caballo.
Regent Street, Oakland, California: Oscura. Sin luz hasta la noche, cuando los focos del vecino inundan mi cuarto, como el penal de Soledad. Sé que es de día cuando vuelvo a estar a oscuras.
Alcatraz Avenue, Oakland, California: Ninguna catástrofe. Por ahora.