El gobierno del presidente Luis Lacalle Pou anunció que Uruguay se retirará de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). El encargado de dar la noticia fue el canciller Ernesto Talvi que también informó la reincorporación del país al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). El Frente Amplio, con José Mujica a la cabeza, había sido uno de los impulsores de la Unasur y trató de defenderla hasta el final. Sin embargo, a menos de dos semanas de su llegada al gobierno, Lacalle Pou ya despliega su nueva política exterior.
La salida de Uruguay de la Unasur dejó al organismo virtualmente desintegrado. “El Gobierno del Uruguay dispuso retirarse de la Unasur, que ya ha sido abandonado por la mayoría de los países de la región a excepción de Guyana, Surinam y Venezuela", informó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado. "Se trata de un organismo regional basado en alineamientos político-ideológicos y que, en los hechos, ha dejado de funcionar: ya no cuenta con sede y carece de secretaría general operativa”, añade el comunicado.
Posteriormente, el jefe de la diplomacia uruguaya subrayó la importancia de la medida tomada por el gobierno. “La actual Unasur va contra los objetivos del país de vincularse a organizaciones regionales que tengan una base institucional y no estén basadas meramente en afinidades ideológicas", sostuvo Talvi. La decisión tomada por Uruguay fue comunicada mediante una nota dirigida al canciller de Ecuador, José Valencia, país depositario del Tratado de la Unasur.
Por otra parte, el ejecutivo uruguayo informó su decisión de interrumpir el procedimiento de retiro del TIAR. La desvinculación se había iniciado en septiembre de 2019, mediante una carta enviada al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro. “El retiro del TIAR debilitaba el sistema interamericano y privaba a nuestro país de hacer sentir su voz en ese ámbito de asistencia recíproca en materia de defensa colectiva y de seguridad hemisférica", apunta el comunicado emitido por Relaciones Exteriores. A su vez destaca que las medidas anunciadas por Uruguay reflejan los ejes de la nueva gestión. “El compromiso con el multilateralismo, con el fortalecimiento de la Organización de Estados Americanos (OEA) y con el principio de formar parte de alianzas basadas en una institucionalidad fuerte y no en afinidades ideológicas", sostiene el comunicado.
Talvi manifestó que el Gobierno de Lacalle Pou pretende apuntalar el funcionamiento de la OEA. El canciller sostuvo que ese organismo era el lugar donde debían dilucidarse los problemas y los desafíos de la región. También confirmó que el 20 de marzo acudirá a la Asamblea General extraordinaria de la OEA que elegirá al secretario general. “Uruguay tiene elegido su voto (Almagro) y vamos a tener bilaterales de distinto tipo, que vamos a comunicar oportunamente. Pero va a ser una visita, tanto en términos políticos como económicos y comerciales, muy fructífera", indicó Talvi.
Néstor Kirchner había sido nombrado hace casi diez años como primer secretario general de la Unasur. La decisión se había tomado en la cumbre extraordinaria realizada el 4 de mayo de 2010 en la ciudad argentina de Campana. El nucleamiento regional nació en 2008 como un proyecto progresista impulsado por el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez y apoyado por otros líderes regionales como Lula, Néstor Kirchner, y los entonces gobernantes de Ecuador, Rafael Correa, de Bolivia, Evo Morales, y Uruguay, José Mujica.
El organismo ocupó un papel preponderante en algunas crisis regionales. Sin embargo el cambio de signo político en varios países miembros fueron minando la posibilidad de concretar sus propuestas. La crisis en la organización empezó en 2017, cuando los 12 Estados miembros no pudieron ponerse de acuerdo sobre la designación de un nuevo secretario general. Las divergencias sobre la situación en Venezuela agravaron la situación, que entró en una fase crítica cuando, en abril de 2018, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú suspendieron su participación y financiación. A ellos se sumó Ecuador en marzo de 2019. Uruguay era uno de los pocos países en los que seguía gobernando la izquierda. Pero el triunfo de la alianza de derecha alineada tras la candidatura de Lacalle Pou significó este cambio decisivo.