Al menos 42 alumnos de la escuela primaria Ernesto Padilla de Caballito (N°14 D.E.7º) se intoxicaron esta semana luego de un almuerzo servido en el comedor escolar a través de una empresa tercerizada. La comida contaminada se sirvió el martes y ese mismo día por la tarde y noche los niños comenzaron con síntomas en sus casas: dolor de estómago, vómito, diarrea y hasta fiebre. Ayer, los grupos de WhatsApp de los grados estallaron para saber cuántos eran los casos similares. A unas cuadras de esa escuela, en un jardín de infantes en donde opera la misma empresa de alimentos, ocurrió algo similar: decenas de nenes intoxicados justo el mismo día.
El menú para el martes decía tarta de verduras pero en el plato se veía como un "menjunje de vaya a saber qué". El preparado era un precongelado de verdura, que se sirvió con arroz con manteca y queso. Como la escuela tiene cocina, los platos se preparan ahí mismo. Pero los alimentos son enviados por la empresa a cargo del servicio de comedor, en este caso Lamerich SRL.
Los chicos empezaron a sentirse mal esa misma tarde en sus casas. El miércoles, madres y padres comenzaron a indagar entre los compañeros si alguno más estaba en la misma situación. Las autoridades de la escuela hicieron un relevamiento y llegaron a contabilizar más de 40 chicos con los mismos síntomas.
En seguida la dirección de la escuela le advirtió a la Supervisión del Distrito, quienes pidieron la inspección de bromatología. Para sorpresa del personal de la escuela, los inspectores de bromatología, que debían controlar la calidad de la comida servida el martes, fueron enviados por la misma empresa concesionaria.
“No pudimos advertir la situación en el mismo momento porque los chicos no se descompusieron inmediatamente, la mayoría empezó con síntomas a la noche o a la madrugada. Al día siguiente cuando los padres empezaron a llegar con la duda nos enteramos de que en un jardín cercano, en donde opera la misma empresa, pasó exactamente lo mismo”, contó a Página/12 Laura Baliner, vicepresidenta de la cooperadora de la escuela. La referencia es al jardín Andrés Ferreyra (N°1 D.E.7).
Tanto para Baliner como para docentes y autoridades de la escuela, el hecho de que la primera inspección estuviera en manos de la empresa pareció un “despropósito”. “Como se van a autocontrolar ellos mismos”, recalcó.
Este jueves se reunieron en la escuela autoridades del Ministerio de Educación porteño. Participaron el supervisor del distrito, el director de Comedores Escolares y el director de Bromatología. “Nos explicaron cuál era el protocolo, que incluía entrevistar a las familias para saber si todos comieron los mismo. Como medida preventiva dijeron que no se iba a cocinar en la escuela pero que el concesionario iba a seguir siendo el mismo”, contó Baliner.
Para la cooperadora, lo único que “tranquilizó”, de alguna manera, a la comunidad educativa fue el compromiso de que no se mandarían en los próximos días alimentos precongelados. Todo apunta a que la contaminación de la supuesta “tarta de verdura” fue producto de la pérdida de la cadena de frío en la manipulación de la empresa.
“El problema de fondo es la calidad de la comida. Muchos platos del menú no son lo que dicen ser, son precongelados que uno nunca sabe que tienen y que en el mejor de los casos se parece a una milanesa. El recorte en la comida fue abismal en los últimos dos años tanto en la cantidad como en la calidad”, se quejó Baliner.
Una concesión millonaria
La legisladora porteña María Bielli, quien junto a Ofelia Fernández presentó un pedido de informes por esta intoxicación puntualmente, denunció que la empresa Lamerich SRL recibe un presupuesto millonario para elaborar la comida que muchos chicos reciben a diario. Este año la partida preadjudicada fue de 613 millones de pesos.
“Es la segunda mayor empresa que brinda servicio de comedor y en el Boletín Oficial pudimos rastrear ya varias multas por irregularidades. Multas con valores irrisorios, como lo son 3000 pesos por algún incumplimiento”, remarcó Bielli.
Para Belli es notoria la “falta de control y de sanciones” del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta a la hora de supervisar el servicio de comedor.