"El Estado está presente y va a acompañar a todos", aseguró el presidente Alberto Fernández en el breve mensaje que dio por cadena nacional donde detalló las medidas que se tomarían para evitar la propagación del coronavirus. El Presidente había firmado poco antes el DNU que declaró la emergencia sanitaria por un año y estableció la obligatoriedad de permanecer aisladas por 14 días a las personas que ingresen al país desde algunos de las zonas de circulación del virus: todos los países de Europa, Estados Unidos, China, Japón, Corea del Sur e Irán. Además, suspendió por 30 días los vuelos desde estos países. Por otro lado, autorizó el cierre de lugares de acceso público como clubes, museos, restaurantes, piscinas y demás, en consonancia con lo resuelto con los gobiernos provinciales y municipales que cancelaron los recitales previstos para los próximos días mientras que los espectáculos deportivos se jugarán sin público. Jujuy, por ahora, es la única provincia que suspendió las clases, pero hoy habrá una reunión en el Ministerio de Educación para resolver los pasos a seguir. Todas estas novedades se produjeron en una jornada en la que se sumaron diez nuevos infectados de coronavirus, de los cuales tres se contagiaron en el país. Desde el inicio de la enfermedad, son 31 casos confirmados con un solo fallecido.
En tono didáctico, el Presidente habló en su primer mensaje por cadena de un rol "imprescindible" del Estado en situaciones de alarma generalizada para "prevenir, tranquilizar y brindar protección a la población". Desgranó las medidas que se establecerán en el decreto que se publicará hoy en el Boletín Oficial, "actuando según las recomendaciones realizadas por la Organización Mundial de la Salud, las autoridades de los países más afectados y de nuestros expertos y sociedades científicas".
En el cierre, Fernández repitió las advertencias para evitar el contagio. "Tenemos que hacerlo entre todos y todas. Tenemos que demostrarnos una vez más que en los temas importantes estamos unidos. Atravesamos dificultades. Vamos a seguir monitoreando al instante la evolución de esta pandemia para actualizar y tomar las medidas que hagan falta. Somos la Argentina. Un país unido en el que cada uno debe comprometerse con los demás y todos con cada uno, empezando por el Estado", concluyó.
Fueron apenas seis minutos grabados en su despacho, poco antes de la emisión que arrancó a las 21.15, en los que Fernández leyó el texto en un teleprompter. Aseguraron que no hubo discusión acerca de la conveniencia de utilizar la cadena nacional. "Lo tomamos como una cuestión de Estado y el Presidente es el mejor vocero", explicaron. Detrás de cámara, lo acompañaban los ministros de Salud, Ginés González García y el de Interior, Eduaardo de Pedro, más varios funcionarios cercanos como el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, los secretarios Gustavo Beliz y Julio Vitobello, el vocero Juan Pablo Biondi y los asesores Juan Manuel Olmos y Alejandro Grimson. La situación en torno al coronavirus ocupó casi toda la jornada presidencial, según comentaron en la Casa Rosada, y es probable que hoy ocurra lo mismo.
El costo económico de la crisis sanitaria, por ahora imprevisible, que ayer provocó una nueva jornada negra en los mercados de aquí y de todo el mundo, no fue tema de discusión en Gobierno, más allá de los comentarios acerca de que todavía había que esperar para saber dónde terminaría todo esto. Hasta el proyecto para la legalización del aborto, que se preveía que se enviaría hoy al Congreso, estaba en veremos luego de que el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, anunciara que durante marzo se trabajaría en forma restringida.
No voy en avión
Fue en las últimas horas que Alberto Fernández decidió imprimirle un mayor énfasis a las medidas restrictivas para evitar la expansión del virus. El martes, el Presidente encabezó una reunión interministerial en la que anunció una partida extra de 1.700 millones para atender la emergencia y se añadieron nuevas recomendaciones de prevención, en especial para los mayores de 65 años. Poco después, la OMS declaró al coronavirus como pandemia y, tras cartón, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la suspensión de todos los vuelos desde Europa durante 30 días, una medida casi sin antecedentes.
La lógica que comenzó a imperar en el mundo fue la de no esperar a que el virus siga avanzando y adoptar cuanto antes todas las medidas al alcance de los gobiernos para cortar la propagación. Fernández y su equipo -con Ginés y su segunda Carla Vizzotti, a la cabeza- trabajaron durante buena parte del día en el decreto que declaró la necesidad de adoptar "nuevas medidas oportunas, transparentes, consensuadas y basadas en evidencia científica". En el marco de la emergencia sanitaria declarada por un año, facultó al ministerio de Salud que encabeza Ginés González García a contratar personal, adquirir equipamiento y coordinar la entrega de productos farmacéuticos. También lo autorizó a fijar precios máximos a productos como el alcohol en gel, los barbijos y demás "insumos críticos", lo mismo que actuar para prevenir posibles desabastecimientos.
En cuanto al "aislamiento obligatorio", comprende a:
* Quienes revistan la condición de "casos sospechosos". Se considera así a quienes tengan fiebre o algún síntoma respiratorio (tos, dolor de garganta) y hayan estado de viaje en alguno de los países de riesgo o en probable contacto con algún infectado.
* Quienes tengan confirmación médica de haber contraído el COVID-19 y sus "contactos estrechos".
* Quienes hayan arribado al país en los últimos 14 días, habiendo transitado por alguna de las zonas afectadas. En caso de no respetar el aislamiento, no podrán permanecer en el país. Se estableció que cualquier autoridad que tome conocimiento de la violación del aislamiento deberá radicar una denuncia "para investigar la posible comisión de los delitos previstos en los artículos 205, 239 y concordantes del Código Penal".
El artículo 205 prevé la pena de seis meses a dos años de prisión para quien violare las medidas adoptadas para la propagación de una epidemia. El 239, más leve y menos específico, establece entre 15 días y un año de prisión para quien desobedezca a un funcionario público.
Pero, además, añadió la suspensión temporal de los vuelos internacionales de pasajeros desde las zonas afectadas por 30 días, guardándose la posibilidad de prorrogar el plazo, según como evolucione la pandemia. Respecto a los ciudadanos argentinos que se encuentran actualmente en algunos de esos países, estableció la posibilidad de disponer excepciones "a fin de facilitar el regreso de las personas residentes en el país, aplicando todas las medidas preventivas correspondientes". Según las versiones que circulaban anoche, hasta el lunes todas las aerolíneas podrían traer de regreso residentes argentinos que se encontraran en el exterior, pero a partir del martes que viene sólo podrán hacerlo a través de Aerolíneas Argentinas. Probablemente entre hoy y mañana salga la reglamentación de la norma donde se podrán conocer estos detalles con mayor exactitud.
Por último, el decreto habilitó el cierre de lugares de concurrencia de público y la posibilidad de suspender eventos masivos. Incluso, invita a las autoridades de provincias y municipios a implementar las medidas recomendadas "a fin de evitar los conglomerados de personas para mitigar el impacto sanitario de la pandemia". De hecho, ya se habían cancelado la mayoría de los conciertos previstos para los próximos días como el caso del Lollapalooza, un festival de tres días más de cien artistas que se realizaría entre el 27 y el 29 de marzo en el Hipódromo de San Isidro. En consonancia, el gobierno de Axel Kicillof declaró la emergencia sanitaria en la provincia de Buenos Aires por 180 días y prohibió los eventos de participación masiva.