“Hemos estado en el camino correcto, pero ahora estamos en una situación de emergencia global que requiere que cada lado sea flexible”, sostuvo este jueves el ministro de Economía, Martín Guzmán, en un mensaje a los acreedores para la reestructuración de la deuda. El funcionario adelantó que si no se cumple el plazo del 31 de marzo para la presentación de la oferta a los bonistas, debería ser solo “cuestión de días”. La tensión financiera global que generó la pandemia de coronavirus y el impacto de la pelea por el precio del crudo entre países productores de petróleo obligó al Gobierno a analizar una reprogramación de los plazos. El presidente Alberto Fernández aseguró que se cumplirá mayormente con el cronograma previsto y que las postergaciones responden a cuestiones operativas de los bancos y agentes colocadores. “Ha habido una demora de siete u ocho días, producto de la definición de un banco de colocación, un trámite que hay que hacer y que hemos hecho con absoluta transparencia, pero vamos a seguir adelante con este proceso”, destacó Fernández en declaraciones radiales.
“Es necesario un alivio sustancial”, aseguró Guzmán en una entrevista con la agencia Reuters. Esta semana el Palacio de Hacienda oficializó el monto que entrará en proceso de reestructuración. Son 68.842 millones de dólares de valor nominal de deuda bajo legislación extranjera, un monto que surgió luego del relevamiento que realizaron las agencias de identificación de bonistas. Previamente se designó al Citi y al HSBC como bancos colocadores de la deuda. Esta semana estaba previsto que iba a conocerse la oferta oficial y luego se iniciaría el road show (la gira por los principales países con tenedores de deuda argentina). Sin embargo, la delicada situación financiera internacional está obligando al equipo de Guzmán a regular los tiempos. Todavía no se conoce cuál puede ser el impacto global y en el país de la pandemia. Este jueves el riesgo país argentino se ubicó en 3200 puntos básicos.
El ministro aseguró que en las conversaciones con los bonistas, las cuales se realizarán por videoconferencia para evitar riesgos de contagio, tienen como objetivo “maximizar la aceptación de los acreedores”. “Pero si alguien piensa que vamos a patear el problema hacia adelante de una manera que obligue a otra reestructuración más tarde, deberían pensarlo de nuevo, porque no vamos a hacer eso”, aseguró. Sobre la defensa de inmunidad soberana ante posibles demandas en los centros financieros de Nueva York, Londres y Tokio, donde está radicada la jurisdicción legal de los títulos públicos, Guzmán aseguró que "será exclusivamente respecto de reclamos que se pudieran producir en las jurisdicciones que se prorroguen, con relación a los contratos que se suscriban y a las operaciones de crédito público que se realicen con cargo al presente decreto”.
En el decreto se establece que la renuncia a defensa no aplica cuando se busque ejecutar bienes del Estado. Esto abre el paraguas frente a eventuales pedidos de embargo como los que hicieron fondos buitre contra embajadas, reservas del Banco Central, aeronaves de Aerolíneas Argentina o el caso de la Fragata Libertad (2013).
Guzmán insistió en que el proceso requiere de una solución integral que permita que el acuerdo sea sustentable. “Resulta fundamental implementar políticas de deuda como parte de un programa integral, diseñado con el objetivo de recuperar un crecimiento sostenible de la economía y restaurar la sostenibilidad de la deuda pública”, aseguró en la entrevista y ofreció como ejemplo que se defina por decreto el monto estipulado que se canjeará y dar transparencia al proceso.
Alberto Fernández también hizo referencia en una entrevista radial a los tiempos del canje. “No se postergará la presentación a los acreedores. Nosotros tenemos un cronograma que estamos respetando al pie de la letra”, señaló. Respecto del impacto de la pandemia, insistió: “Tenemos la situación bajo control”. El miércoles el Presidente había reconocido algunas demoras en la oferta a los bonistas y aclaró que hay un plazo previsto de 30 días que podría extenderse el proceso.