Desde Santa Fe
La Cámara de Diputados ingresó ayer la media sanción del Senado de la ley de Necesidad Pública que pidió Omar Perotti, la giró a dos comisiones -Presupuesto y Hacienda y Asuntos Constitucionales, que podrían sesionar en plenario- y votó por unanimidad una preferencia para tratarla el jueves que viene en el recinto. La hoja de ruta salió aún en medio de un clima tenso, en el que dos gestos marcaron el encono político: a media mañana, en la Casa Gris, Perotti responsabilizó a su antecesor y hoy presidente de la Cámara baja, Miguel Lifschitz, por el déficit y las deudas que le dejó en la provincia que demandará una necesidad de financiamiento por más de 52.000 millones de pesos en 2020 y hasta lo acusó de actuar de manera “tremendamente mezquina” ante los intentos del gobierno de tapar ese bache fiscal. Al mediodía, el gobernador acompañó hasta la Legislatura al ministro de Trabajo de la Nación, Claudio Moroni, pero en el hall sólo los recibió la vicegobernadora Alejandra Rodenas, y algunas diputadas del PJ. Lifschitz no estaba en su despacho, y si estaba, decidió quedarse lejos del protocolo y de las fotos. Los legisladores de su bloque también se fueron antes de que ingresara el mandatario.
Después de aprobarse el giro de la ley a comisiones y el tratamiento preferencial en una semana, el jefe del bloque de Igualdad Rubén Giustiniani marcó el trasfondo del debate entre el gobierno de Perotti y el ex gobierno de Lifschitz, que hoy opera en la Legislatura, donde tiene 28 diputados, cinco senadores y un elenco de asesores integrado por la mayoría de sus ex ministros y secretarios del gabinete. “El clima se enrarece. El voltaje político sube. Estamos en una situación política muy complicada. En un punto muerto”, dijo Giustiniani. Y recordó que la escalada comenzó cuando Lifschitz le armó el presupuesto 2020 a Perotti, a pesar de que éste le pidió que no lo hiciera. “Eso no se hace. Fue una jugada sucia. A ningún gobierno que entra se le impone el presupuesto”, como hizo el gobernador con Perotti. “Después, lo terminaron votando. Nosotros no lo votamos porque el gobierno que entraba tenía el derecho hacer su propio presupuesto”, agregó. El segundo hecho ocurrió el 30 de diciembre, cuando el bloque de Lifschitz no sólo rechazó la primera ley de emergencia (social, alimentaria, sanitaria y en seguridad), sino que la mandó al archivo. El diputado Ariel Bermúdez que responde al intendente de Rosario Pablo Javkin, sus colegas del PJ, el espacio de Giustiniani y otros propusieron mandarla a comisión y discutirla allí, pero el bloque de Lifschitz la archivó.
“¿Alguien puede discutir que estamos en emergencia en seguridad cuando hay muertos todos los días en Rosario y Santa Fe?”, se preguntó Giustiniani. ¿Alguien puede discutir la emergencia alimentaria, cuando vemos chicos revolviendo tachos de basuras? Si miramos la emergencia desde la óptica del pueblo no se puede negar. Por eso el gobierno nacional, propuso una ley de emergencia y el Congreso la aprobó casi por unanimidad”, comparó.
Giustiniani propuso entonces un método para superar el “punto muerto”, como lo llamó, que es discutir sobre los números. “¿Dónde está la plata? ¿Cuánto se necesita?" para afrontar las necesidades de financiamiento de la provincia y de los municipios y comunas. El ministro de Economía, Walter Agosto, estimó que Santa Fe necesitará financiar este año 52.000 millones de pesos, para tapar el déficit de 2019 (casi 18.000 millones), el de 2020 (8.000 millones), la deuda flotante (ya cercana a los 32.000 millones) y recomponer el Fondo Unificado de Cuentas Oficiales (16.000 millones). La ley en debate que pidió Perotti requiere alrededor de 32.000 millones, con un régimen de asistencia financiera a municipios y comunas de 3.500 millones, que en un 60% estará destinado a Rosario (1.400 millones) y Santa Fe (400 millones). El dictamen alternativo de la UCR autoriza fondos por 22.000 millones. Y ayer, se agregó una tercera propuesta del bloque de centro izquierda.
“Los números son los que están”, insistió Giustiniani al plantear que el debate debería hacerse sobre la realidad: las dificultades económicas de la provincia y las “asfixias financiera que hoy tienen municipios y comunas. “Discutamos sobre eso: dónde está la plata y cuánto se necesita.
“Hoy se abre una posibilidad que saludamos. Que el jueves, podamos llegar a un acuerdo político que nos permita dar una respuesta a la sociedad. Que el gobierno provincial y los municipios y las comunas tengan el auxilio financiero que necesitan. Sería una buena señal política y una respuesta concreta a los santafesinos”, se ilusionó.