“Tu alegría combativa hoy vive entre nosotros”, reza una de las baldosas colocadas ayer en homenaje al dirigente campesino, Felipe Burgos, quien fuera secuestrado y desaparecido en el marco del terrorismo de Estado. Las baldosas se encuentran en la primera sala del edificio del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) de Salta.
Esas oficinas fueron transitadas por Burgos cuando el ex gobernador Miguel Ragone, también desaparecido, lo nombró como director general de Promoción y Asistencia a la Comunidad en el entonces Ministerio provincial de Bienestar Social.
Felipe Burgos fue secuestrado y desaparecido un 6 de febrero de 1976. Ese día, un grupo de hombres armados que se identificaron como parte de la Policía de Salta, ingresaron a su casa ubicada en el municipio de Campo Quijano y se lo llevaron.
En el acto conmemorativo estuvo su esposa, María Inés Casso de Burgos, quien se mostró conmovida en el momento en que se descubrió la baldosa. Inés Casso dijo seguir emocionada al “saber que tantas personas queridas están bregando por la memoria de los desaparecidos”.
“Mi esposo fue un líder campesino de una trayectoria impecable. De compromiso hasta la muerte y que dio testimonio con su vida”, expresó Inés a Salta/12. La Comisión Provincial por la Memoria, la Secretaría de Derechos Humanos de Salta y organismos de derechos humanos fueron los organizadores de este homenaje en la calle Belgrano 1349 de la ciudad de Salta.
La esposa de Burgos estuvo presente en el momento de la detención del dirigente rural. Eran las 1.45 del 6 de febrero de 1976, cuando, según recordó en su declaración de 2012 en la conocida como Megacausa Salta, “golpearon la puerta con la culata de las armas y entonces Felipe me pidió que me encerrara en el dormitorio de mis hijas, la mayor tenía tres años”.
Fue la última vez que lo vio y desde ahí no reparó tiempo en tratar de saber de su destino. “Lo busqué por todos lados, muchas veces sola, porque nadie me quería acompañar”, manifestó.
Reconocimiento a la lucha
"Reconocimos hoy a su familia, su memoria y su lucha, esta acción nos permite tener presente la historia reciente y transmitir a los jóvenes la importancia de que esto no ocurra nunca más", señaló la jefa del programa Memoria, Verdad y Justicia de la Secretaría de Derechos Humanos, Elia Fernández.
La acción, que se enmarcó en las actividades de Marzo por la Memoria, contó con la presencia de referentes de la Asociación Lucrecia Barquet, la Agrupación Oscar Smith, Hijos Salta, Familiares Detenidos Desaparecidos de Salta y de la secretaria de Derechos Humanos, Mariana Reyes.
“Queremos poner a todos los compañeros desaparecidos en Salta y a los salteños que han desaparecido en otros lugares”, dijo al respecto la referente de la Asociación Lucrecia Barquet, Nora Leonard.
Además, manifestó que este es “un merecido homenaje” a Burgos. “Fue un compañero consecuente y profundamente identificado con el campesinado. Él recorría toda la provincia de Salta y hablaba con los campesinos y eso le significaba enfrentarse con sectores oligárquicos muy poderosos, pero él no tenía miedo”, relató Leonard, quien lo conoció en persona.
Inés Casso también destacó que Burgos le “enseñó a amar a los campesinos y originarios”. “Caminé al lado de él y pude comprender el sufrimiento de la marginalidad propia que vivían”, destacó.
En tanto, Leonard recordó que cuando ella militaba en la Juventud Universitaria Católica, comprobó el “compromiso y la consecuencia que él tenía con los movimientos campesinos”. Sostuvo que Burgos trató de revertir el abuso de los grandes empresarios hacia el sector campesino e indígena. “Enseñó a los campesinos los derechos que tenían. Era un dirigente valiosísimo y por eso, fue desaparecido”.
Actualmente, la Justicia federal de Salta deberá dictar "un nuevo pronunciamiento conforme a derecho" respecto de los comisarios retirados Roberto Adolfo Arredes y Antonio Saravia, quienes están sospechados de haber participado en el secuestro y desaparición de Burgos.
Una fuerza de organización popular
A raíz de su compromiso con la población rural y en reconocimiento a su lucha, en 2013 se sancionó en Salta la Ley de Desarrollo Rural para la Agricultura Familiar con el nombre de Felipe Burgos. Esta ley buscó promover el desarrollo rural integral y equitativo de la agricultura familiar, promoviendo el reconocimiento a los pequeños y medianos productores rurales de la provincia.
El dirigente salteño del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), Álvaro Abraham, sostuvo que es “importante reivindicar la persona de un luchador como Felipe Burgos y todo lo que significó para la organización popular en Salta en los años 60 y 70, principalmente para el sector campesino e indígena y de los trabajadores agrarios de la provincia”.
Burgos fue un dirigente activo en el área sindical. Fundó la Federación Única de Sindicatos de Trabajadores Campesinos y Afines (FUSTCA), el antecedente de la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE).
Abraham afirmó que “revindicar la lucha de Felipe, nos trae al día de hoy, para ver cómo nos podemos organizar en nuestros territorios, comunidades y barrios para poder transformar las desigualdades que tenemos en nuestra provincia”.
Basado en la realidad actual, el militante del MNCI dijo que a pesar del paro agrario "por un sector del campo, el de los empresarios” se puede "ver que hay otro campo”. Añadió que la lucha de Burgos era por ese "otro campo, el de la agricultura familiar y que lucha por la producción de alimentos sanos y por la soberanía alimentaria”.
Además, manifestó su deseo de que con el gobierno de Alberto Fernández se pueda “impulsar políticas destinadas a generar derechos para este gran sector en la Argentina que es muy valioso para que lleguen los alimentos a las mesas de los argentinos”.