Los Jaguares serán locales a puertas cerradas en la cancha de Vélez, este sábado, ante Highlanders, de Nueva Zelanda, por la 7ma. fecha del Súper Rugby. El partido, que se jugará a las 20, podrá verse por televisión (ESPN). El coronavirus cambió los hábitos en todo el mundo. El deporte fue afectado por las medidas de prevención. Al menos está la TV para no perderse encuentros. En nuestro país, y a instancias del Ministerio de Salud, el de Turismo y Deportes determinó la disputa de los espectáculos deportivos sin público.
En esa línea, es posible que se llegue a un acuerdo para que se transmitan los encuentros de la Copa Superliga de manera gratuita mientras se juegue a puertas cerradas.
Hay actividades en las que directamente se postergaron los compromisos. La cuarta fecha del Rally Mundial a correrse en Córdoba entre el 23 y 26 de abril fue postergada por la WRC, la FIA y el ACA. La nueva fecha sería en noviembre. Más conmoción causaron los cinco casos que se registraron en la Fórmula 1. McLaren, que tenía un trabajador afectado por el virus, se retiró de la competencia de apertura de temporada programada para este fin de semana en Australia. Le siguieron otras escuderías y no hay hasta el momento certeza de cómo continuará el calendario. Hasta se barajó (y se desestimó) la posibilidad de correr a puertas cerradas.
La FIFA postergó las dos primeras fechas de las Eliminatorias Sudamericanas para Qatar 2022, que se iban a jugar el 26 y el 31 de marzo. Y suspendió la fase de grupos de la Libertadores previstos de la próxima semana. No se sabe cómo afectará esto la disputa de la Copa América, cuyo inicio está programado para el 12 de junio. El ministro de Deportes de Colombia, Ernesto Lucena, reconoció que la fecha depende de lo que ocurra en Europa. En Colombia, que organizará el torneo junto con la Argentina, también se declaró la emergencia sanitaria. De hecho, el torneo local de fútbol fue suspendido.
La UEFA postergó los encuentros internacionales de la Champions y la Europa League. Dos casos de coronavirus en el fútbol inglés llevaron a la suspensión de la Premier League, que retomaría -en principio- el 4 de abril.
Italia es el más afectado por el coronavirus. Alejandro Papu Gómez, del Atalanta, definió la situación como “una película de terror”. En ese mismo país, otro argentino, Paulo Dybala, está aislado en cuarentena por el caso positivo de un compañero del plantel de la Juventus.
Equipos profesionales del fútbol español –entre ellos el Barcelona y Real Madrid– suspendieron sus entrenamientos. La Liga, en tanto, no se jugará este fin de semana ni el que viene. Lo mismo ocurrirá en Francia.
El ciclista argentino Maximiliano Richeze padece coronavirus y se encuentra en cuarentena en Abu Dabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos. Su caso es el segundo en su equipo, el UAE Team Emirates. Antes se había informado el del colombiano Fernando Gaviria.
En la NBA se registraron hasta el momento dos casos. Son los de Donovan Mitchell y Rudy Gobert (Utah Jazz). Claro que puede haber más. La temporada fue suspendida por tiempo indeterminado. El básquet español también tuvo consecuencias. Trey Thompkins, del Real Madrid, donde juegan los argentinos Facundo Campazzo, Gabriel Deck y Nicolás Laprovittola, dio positivo al coronavirus. Todos a la cuarentena.
Opacados por el avance del virus y sin público, en la ciudad griega de Olimpia se encendió la llama olímpica para los Juegos de Tokio 2020, que se realizarán entre el 24 de julio y el 9 de agosto. El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pidió que se posterguen los Juegos por un año.
Indian Wells fue tal vez el primer gran espectáculo deportivo que llamó la atención por suspenderse. Luego la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) anunció la misma medida para sus torneos durante seis semanas. A Indian Wells se le suman Houston, Marrakech, Montecarlo, Barcelona y Budapest.
Otras actividades que se postergaron son la Milan-San Remo (ciclismo), el fútbol en los Estados Unidos y el Mundial de Atletismo. La lista sigue y es lógico que en las próximas horas se agreguen más.
En ningún caso fueron sencillas las postergaciones. Pero al menos los intereses económicos no pudieron prevalecer ante el sentido común.