Las denuncias sobre el mal estado de los alimentos que llegan a los comedores de las escuelas porteñas siguen apareciendo entre las familias. Luego de conocerse que al menos 40 alumnos se intoxicaron en otro colegio de la ciudad, madres y padres de la escuela Úrsula Llames de Lapuente (N°5 D.E.°2) advirtieron que esta semana 59 chicos amanecieron con vómitos, diarrea y dolor abdominal. Si bien los padres centraron su sospecha sobre el servicio que brinda la empresa concesionaria del comedor, desde el Gobierno de la Ciudad creen que se trató de un virus.
Manuel* tiene 9 años y cursa cuarto grado de la escuela que todos conocen como Úrsula, ubicada en Mansilla al 3600, en Palermo. El jueves a la madrugada se descompuso y comenzó con vómitos. La mamá pensó en algo pasajero -ya que al día siguiente el nene se despertó como nuevo- hasta que recibió un llamado de la escuela en el que le informaron que pasarían sus datos al área de Bromatología del Ministerio de Educación. Eran varios los chicos afectados.
Según el relevamiento que hicieron los mismos padres, al menos 59 chicos amanecieron entre el jueves y el viernes con dolor de panza, diarrea y vómitos. En total, contaron 18 casos entre los alumnos de 1° y 4° grado y 41 de los grados más grandes.
“La mayor parte de los casos se detectaron ayer y hoy por lo que se presume que pudo haber sido algo del desayuno, que es lo que repiten todas las mañanas”, le contó a Página/12, la mamá de Manuel, que prefirió no dar su nombre. En la escuela los chicos suelen desayunar galletitas con yogurt o leche.
La madre contó también que fueron los propios padres de los chicos con síntomas los que armaron un grupo de WhatsApp para relevar la información y enviarla al Ministerio. “Primero pensé que el de mi hijo era un caso aislado pero después me enteré que eran muchos los chicos con los mismos síntomas. El denominador común con las otras escuelas en donde hubo intoxicaciones es la empresa a cargo del comedor por lo que empecé a dudar del servicio”, agregó.
Entre los padres las críticas apuntaron hacia la dirección de la escuela. “Nadie se comunicó con nosotros, pasaron nuestros datos al Gobierno de la Ciudad pero desde la escuela nadie nos llamó. El manejo y la calidad de la comida es responsabilidad institucional de la vicedirectora, que tiene que dar una respuesta”, remarcó la mamá, preocupada por lo que iban a comer hoy los chicos.
“En el día de ayer se descompusieron -diarrea y vómitos- casi 60 chiques de distintos grados, en principio, producto del desayuno en mal estado. La firma que opera el comedor es la misma ‘intocable' Lamerich SRL", agregó Claudio, otro padre de la escuela, que dejó su comentario en la nota publicada ayer en este diario. Según contó, los padres apuntaron al mal manejo de los alimentos por parte de la empresa. "Se cree que no cumplieron con la cadena de frío porque los desayunos llegan en camionetas comunes, sin equipos de frío y a las 7 de la mañana, donde son ellos mismos los que se 'autocontrolan' porque no hay nadie más”, dijo.
La empresa
Detrás de las dos escuelas en cuestión está la misma empresa a cargo de la concesión del comedor. Se trata de Lamerich SRL, que cuenta con una partida presupuestaria de 613 millones de pesos.
Desde el despacho de la legisladora María Bielli, quien recibió muchas de las denuncias y presentó un pedido de informes al Ministerio de Educación, rastrearon las multas que acumula la firma por irregularidades en el servicio.
Según información oficial, que cita la legisladora, la empresa fue apercibida en varias oportunidades por entregar productos frescos sin la temperatura adecuada, por acondicionamiento inadecuado en la unidad de transporte, por entregar mercadería incompleta o por entregar alimentos diferentes al menú pautado en el pliego de licitación.
También se la sancionó por higiene inadecuada, riesgos de contaminación cruzada (crema de leche en un cajón de plástico con carne de cuadril) y la entrega de mercadería sin rótulo o con información incompleta, muchas veces, incluso, tratándose de carne.
Las montos de las multas interpuestas por el Gobierno parecen irrisorias al lado del presupuesto millonario asignado a la concesión. Algunas fueron de 1.200 pesos, otras de 2.000 o 6.000. La mayor fue de 32.007,84 pesos. Según el informe presentado por Bielli, entre 2017 y 2019, la empresa acumuló 74.774,99 pesos en concepto de multas.
La respuesta del Ministerio de Educación
Si bien la mayoría de los padres apunta contra el servicio del comedor, desde la cartera que conduce Soledad Acuña sospechan “en principio” que podría haberse tratado de un virus. Según confirmaron voceros del área, esta sospecha estaría basada en que algunos de los afectados, tanto chicos como docentes, no comieron la comida servida por el comedor. También en que otros 300 alumnos sí la comieron y no todos presentaron síntomas.
Mencionaron además que uno de los niños se reincorporó este viernes a la escuela con un certificado médico que justificaba la ausencia con una afección por un virus gastrointestinal.
De todas maneras, confirmaron que las muestras de las comidas servidas ya fueron enviadas a la Agencia Gubernamental de Control para evaluar su estado.
*Nombre ficticio para resguardar la identidad del niño.