El árbitro Germán Delfino, en compañía de una escribana, y el vicepresidente primero de Atlético Tucumán, Enrique Salvatierra, se presentaron este sábado en el estadio Monumental para constatar el cierre de las instalaciones y dejar formalmente suspendido el partido ante River Plate, por la primera fecha de la Copa de la Superliga, lo que habilita a una sanción para el club de Núñez.
Rodeados por la prensa y efectivos de la Policía de la Ciudad, el referí fue recibido a las 15.30 por el gerente Rodrigo Pecollo en la puerta principal de acceso al estadio y la notaria labró un acta para elevarla a las autoridades pertinentes.
La escribana Marisa Galarza, especialmente enviada por la Superliga, recibió como respuesta que el Monumental permanecía cerrado por la decisión institucional comunicada anoche y dejó constancia de la presencia de los dirigentes de Atlético como muestra de voluntad para jugar el partido.
River había anticipado el viernes que no se presentaría a jugar este sábado a las 17.45 por la emergencia sanitaria debido a la pandemia del coronavirus, lo que llevó su dirigencia a cerrar el club "por tiempo indeterminado" y licenciar al plantel profesional hasta nuevo aviso.
"Es la primera vez que me pasa algo así. Llegamos como siempre al estadio y ante esta situación de no poder ingresar se hizo el acta con la escribana. Ahora haremos un informe y luego tendremos que esperar lo que resuelva el Tribunal de Disciplina", explicó Delfino.
El árbitro liberó al plantel del club visitante a que se haga presente en Núñez, al considerarlo como un acto "innecesario" luego de la comprobación formal del cierre del Monumental. Sí especificó que en su informe adjuntará una planilla con los jugadores titulares y suplentes que iba a presentar Atlético Tucumán como lo indica el protocolo en esos casos.
"A raíz de la decisión del Club Atlético River Plate de no abrir su estadio para el encuentro que por la primera fecha de la Copa Superliga debía disputar esa institución ante Atlético Tucumán, el juez de dicho partido, Germán Delfino, concurrió a las instalaciones del Monumental junto al resto de la delegación arbitral y a la escribana pública nacional Marisa Galarza, y dejó constancia de la imposibilidad de ingresar a la cancha para desempeñar sus funciones", publicó la Superliga en un comunicado inmediato al episodio.
"Firmados los documentos correspondientes, todos los antecedentes y actas fueron elevados a las autoridades para que tomen las medidas pertinentes", concluyó el informe de la Superliga, que anoche mismo había anticipado que la decisión de River era "pasible de sanción".
Salvatierra, vicepresidente primero de Atlético Tucumán, justificó su presencia en la intención de "hacer lo que corresponde" frente a la decisión de jugar el partido a puertas cerradas, tomada por consenso por la Superliga, la AFA, el gremio de los futbolistas y las autoridades gubernamentales.
"Lo de River lo sabíamos pero nosotros teníamos que cumplir con nuestra parte: esperar a los árbitros, mostrar voluntad de trabajar y quedar a disposición del reglamento", explicó el dirigente del Decano.
"No es una cuestión de dirigentes, salimos el viernes a la mañana a Buenos Aires y nos damos con que ellos no van a jugar, nosotros nos atenemos al reglamento", se desligó Salvatierra frente a la consulta sobre si había mantenido comunicación con sus pares de River.
Sobre la postura de los jugadores de Atlético, que pidieron no jugar por el coronavirus, comentó: "Todos podemos opinar, es una cuestión mundial y nos excede, podemos decir esto o lo otro pero nosotros debíamos presentarnos a un partido que estaba programado".