En medio de la paralización total de la actividad deportiva en el mundo, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, expresó hoy “la intención” de su gobierno de seguir adelante con la organización de los Juegos Olímpicos de Tokio, previstos para realizarse entre el 24 de julio y el 9 de agosto.
"Espero poder ser testigo directo del paso de la antorcha olímpica el 26 de marzo por la región de Fukushima", declaró Abe en conferencia de prensa, ante los rumores sobre una posible cancelación o aplazamiento de los Juegos. La llama olímpica fue encendida en Grecia el jueves pasado, en medio de la crisis global que desató la pandemia del Covid-19.
Abe fundamentó la intención de continuar con la organización de los Juegos con el hecho de que la enfermedad aún no llegó a niveles alarmantes en Japón y que por lo tanto no es preciso decretar el estado de emergencia, como sí sucedió en otros países, entre ellos Estados Unidos, Italia y España.
"No ha habido una explosión de contagios como en otros países", remarcó el premier en una conferencia de prensa sobre la situación en el país. Aclaró que la vigilancia seguirá siendo alta e instó a los ciudadanos a evitar las zonas abarrotadas para frenar la expansión de la enfermedad. De acuerdo a la agencia italiana ANSA, el número de infecciones por coronavirus en Japón es hasta ahora de 738 casos, con un total de 21 muertes.
Además, Abe reiteró que su gobierno tomará suficientes medidas económicas y fiscales para hacer frente a la emergencia que causó el coronavirus. En ese sentido, expresó que así mejorará la capacidad de disponibilidad de pruebas de control en el país, hasta 8 mil por día a finales de marzo.
Tokio fue elegida sede de los XXXII Juegos Olímpicos de la Era Moderna en septiembre de 2013, durante el Congreso que celebró el Comité Olímpico Internacional en Buenos Aires. La capital nipona se impuso entonces a Madrid y Estambul, y así consiguió ser sede olímpica por segunda vez en su historia. La ciudad albergó los Juegos de 1964.