El árbitro Nicolás Lamolina y el juez asistente Pablo González fueron desafectados de los partidos de la Copa de la Superliga a los que habían sido designados como una medida de prevensión, después de que ambos estuvieran en contacto con Mauricio Gomes de Mattos, vicepresidente de Flamengo, que dio positivo de coronavirus.
Pablo González estaba prevista para controlar una de las bandas en el encuentro entre Huracán y Talleres de Córdoba, en Parque de los Patricios, pero fue reemplazado a último momento por Eduardo Lucero.
En tanto, Nicolás Lamolina estaba designado como árbitro principal del cruce entre Lanús y Argentinos Juniors que se jugará este lunes en el cierre de la primera fecha del certamen. En su lugar estará Hernán Mastrángelo, que en principio iba a ser el cuarto árbitro.
Ambos jueces, junto a Facundo Tello y Julio Fernández (que no fueron designados este fin de semana), estuvieron el miércoles pasado en Río de Janeiro en el encuentro que Flamengo goleó a Barcelona de Ecuador por 3-0 en una nueva jornada de la Copa Libertadores. En ese contexto, tuvieron contacto con Gomes de Mattos, vicepresidente de Flamengo, que dio positivo al test de COVID-19. El directivo había viajado a España, junto con una comitiva de la institución, para reunirse con Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, y allí contrajo coronavirus.
De acuerdo a lo que reveló Miguel Scime, ex director de los árbitros de AFA, en una columna para Infobae, quienes se encargan de las designaciones en la AFA, por instrucción del director arbitral Federico Beligoy, tomaron la determinación de reemplazar a quienes tuvieron contacto con la delegación del Flamengo como medida de precaución, pese a que ninguno de ellos presenta síntomas de contagio.