El Gobierno decidió sumar a la lista de países considerados de riesgo a Chile y a Brasil, por lo que a partir de ahora los pasajeros que lleguen de esos países vecinos deberán guardar cuarentena como ya lo hacen quienes arriban desde Estados Unidos, Europa, China, Corea del Sur, Japón e Irán. Un par de horas antes de esa resolución, el presidente Alberto Fernández había participado brevemente de una teleconferencia con sus pares que integran el Prosur, en la que hablaron de coordinar acciones y cuidar las fronteras. Fernández deslizó una crítica porque del chat no formó parte Nicolás Maduro --en verdad, Venezuela no integra el Prosur-- y luego Argentina no suscribió la declaración conjunta.

Chile y Brasil se convirtieron en los dos países de la región con más infectados de coronavirus y, de acuerdo al estudio que realiza la Organización Mundial de la Salud (OMS), entraron a una fase más grave, porque ya presentan enfermos autóctonos. En el caso de Chile, el presidente Sebastián Piñera anunció que habían pasado a "la etapa 4" de la epidemia, al informar que sumaban 155 casos, 80 de los cuales se habían detectado en los dos últimos días. Brasil, con 234 casos, es el que más contagiados tiene, pese a la pose despreocupada de su presidente, Jair Bolsonaro. Un día después del anuncio de cierre de fronteras, el gobierno argentino sumó a sus dos principales países limítrofes al listado de los de alta circulación del virus. El ministro del Interior, Wado de Pedro, difundió imágenes de la habitualmente concurrida frontera en Iguazú, Misiones, absolutamente cerrada y vacía.

Antes, por la mañana, Alberto Fernández mantuvo el primer contacto conjunto con los presidentes de la región desde el inicio de la pandemia. La convocatoria la hizo justamente Piñera, en el marco de su presidencia pro témpore del Prosur, la organización que los mandatarios de derecha de la región idearon para reemplazar a la Unasur, a la que criticaban por "ideologizada". Mauricio Macri participó en su momento del lanzamiento de este organismo que casi no tuvo desarrollo y es obvio que a Fernández no le interesa darle continuidad, aunque tampoco rechazó participar de la charla. Tiene un buen vínculo personal con Piñera.

Fernández estuvo durante la teleconferencia acompañado por el canciller Felipe Solá, el ministro de Salud, Ginés González García, y el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz. La transmisión se hizo desde una oficina vecina al despacho presidencial y por una pantalla observaban a los demás participantes. Fernández fue el primero en hablar y detalló a sus colegas las medidas que había tomado el país para evitar la propagación del virus. Expresó que "todos los países de la región" deberían estar coordinando sus decisiones para que resultaran más efectivas más allá de sus políticas y de su ideología. La alusión tenía que ver con la ausencia de Maduro, dato que casi lo hace desistir de participar. Justamente, cuando se creó la Prosur la intención fue dejar a Venezuela fuera de las conversaciones regionales.

Para más, entre quienes sí participaron de la teleconferencia estuvo la presidenta de facto de Bolivia, Jeanine Añez, a quien el gobierno argentino nunca reconoció. También formaron parte los mandatarios de Colombia, Iván Duque; de Ecuador, Lenín Moreno; de Paraguay, Mario Abdo; de Perú, Martín Vizcarra; y de Uruguay, Luis Lacalle Pou. Bolsonaro, en cambio, en otra muestra de la poca trascendencia que le da a todo lo que tenga que ver con el coronavirus, no participó y delegó la representación de Brasil en su canciller, Ernesto Araujo.

Ante este panorama, Alberto Fernández terminó de hablar y se disculpó, aduciendo que debía volver a la reunión del gabinete social y económico que estaba sesionando a esa misma hora en la Casa Rosada para discutir las medidas para contrarrestar las consecuencias de la pandemia. Dejó que la conferencia siguiera en manos de Solá y de Ginés.

Piñera hizo un balance muy bueno del encuentro virtual que propició, asegurando que había acordado con sus pares "proteger las fronteras en forma coordinada y con eficacia". También, tomar las medidas necesarias para facilitar el retorno de los ciudadanos que se encontraran en otros países y actuar de manera coordinada para realizar compras de insumos médicos de manera conjunta, de forma de conseguir mejores condiciones. Poco después, el presidente chileno debía admitir el agravamiento del cuadro en su país y un cierre estricto de las fronteras.