Una rosarina que reside en Suiza y que llegó el viernes al país se aisló por voluntad propia en la localidad de Puerto Gaboto para cumplir con la cuarentena obligatoria para viajeros desde Europa. Miriam Camerano fue involuntaria protagonista de una situación que por momentos la hizo temer por su seguridad, al sentirse señalada como portadora del coronavirus. Finalmente, primó la sensatez y generosidad de autoridades y otros vecinos.
Hace 31 años que reside en Suiza, y se emplea en un servicio ferroviario que el 23 de febrero la llevó por Italia. Por esa situación, al arribar a Rosario definió con una amiga instalarse en una cabaña de Gaboto, 70 kilómetros al norte de Rosario, según contó a Rosario/12. Todo iba bien hasta que una vecina -desencantada con ellas porque no se hospedaron en su pensión- lanzó el rumor de que al pueblo había llegado una mujer con coronavirus. Cundió la alarma en la localidad y no faltó quien les pidiera que se marcharan.
La presidenta comunal, Sandra Aguirre, y la policía, las tranquilizaron y dejaron en claro que Miriam y su amiga deben continuar la cuarentena obligatoria en esa posada y por 14 días. Y transmitieron al vecindario las circunstancias y el hecho de que Camerano está asintomática, que se guardó solo por obediencia al protocolo sanitario.
En cuanto a las provisiones, la comuna estableció su colaboración para asistirlas y "un almacenero de enfrente se ofreció generosamente a traernos lo que necesitemos, e incluso a hacernos mandados", agradeció la mujer.