El ministro de Energía, Juan José Aranguren, indicó ayer que a fin de este mes se anunciarán los nuevos cuadros tarifarios que regirán para el suministro de gas natural a partir del 1º de abril. En la audiencia pública realizada el viernes pasado, el funcionario no precisó cuál será el porcentaje promedio de las subas, pero buscó llevar “tranquilidad” al afirmar que habrá un tope de 300 por ciento para los hogares con facturas superiores a los 250 pesos y de 500 por ciento para las empresas. Debido al impacto negativo que generó la difusión de esos porcentajes ayer en declaraciones radiales sostuvo que “los valores promedios van a estar en el orden del 30 a 40 por ciento”. Sin embargo, las entidades de consumidores estiman que el incremento promedio estará muy por encima de esas cifras.
Aranguren indicó ayer que “al precio de gas en boca de pozo, se le suma lo que se presentó en las audiencias públicas de transporte y distribución en el mes de diciembre”. Los montos y porcentajes involucrados en esta ronda de aumentos es todavía una incógnita porque el Gobierno anticipó días atrás que la parte dirigida a transporte y distribución se aplicará en tres tramos: abril, noviembre y en abril de 2018. La entidad Defensa de Usuarios y Consumidores que dirige Pedro Bussetti calculó que para un usuario de consumo medio-bajo, el aumento en el precio de generación eleva en 30/40 pesos la boleta. A ello se suma la porción del aumento destinado a distribución y transporte, que será muy importante por la fuerte suba del cargo fijo. Si todo el incremento (generación, transporte y distribución) se aplicara en abril, esa boleta subiría en más de 350 pesos, lo que equivale a un 168 por ciento interanual a igual nivel de consumo.
Aranguren justificó el ajuste al decir que “tuvimos 10 años de ilusión que hizo creer que el gas era gratis”. Admitió que “decir la verdad tiene su precio, transformar un sistema tiene su costo” pero advirtió que “si seguimos con tarifas distorsionadas el consumo energético sigue creciendo” y “es un círculo vicioso”. De ese modo, dejó en claro que busca que el consumo disminuya. Consultado sobre si se arrepiente de algo desde que asumió el cargo, el funcionario afirmó que “para nada”.