El escritor y dirigente político ruso Eduard Limónov murió ayer en Moscú, a los 77 años. Extremista y poeta maldito al mismo tiempo, siempre polémico y provocador, Limónov alcanzó fama fuera de su país gracias a la novela epónima escrita por el francés Emmanuel Carrère, traducida a 23 idiomas, que recorría magistralmente su vida.
Pero el ruso también hizo lo suyo para ganar notoriedad: fue el líder del partido de extrema izquierda La otra Rusia y se manifestó como ferviente opositor a Vladímir Putin. Fue autor de más de 70 novelas y ensayos. Pero para muchos su imagen está ligada a la postal que lo mostraba disparando una ametralladora en la asediada ciudad de Sarajevo, junto al líder serbobosnio Radovan Karadzic.