Las escuelas bonaerenses distribuirán, a partir de este jueves, 648 mil cuadernillos de matemática y prácticas del lenguaje para a sostener la continuidad pedagógica durante la suspensión de las clases. Quienes tienen acceso a internet los podrán bajar ingresando al portal continuemosestudiando.abc.gob.ar. Se trata de contenidos y prácticas diferenciados para cada año de la primaria y el secundario, así como para el nivel inicial. Tras completar las actividades, los alumnos podrán enviar sus trabajos por internet o acercar los cuadernillos impresos a los colegios, para que los docentes los corrijan.
El sistema de apoyo para la continuidad de escolar fue diseñado por la Dirección General de Escuelas. La responsable de educación de la provincia, Agustina Vila, también resolvió que los comedores escolares pasen a un sistema de bolsones, para que las familias se lleven, en un solo viaje, la totalidad de los alimentos a los que sus chicos accedían en la escuela.
Las escuelas van a continuar abiertas durante la suspensión de las clases, aunque sólo con la dotación mínima que cada director establezca para garantizar la asistencia alimentaria y tareas de continuidad pedagógica. La indicación que se está dando a los docentes que trabajen desde la casa es que sostengan esa continuidad de los alumnos a su cargo, ya sea mediante correo electrónico, redes, o mediante indicaciones a la familia de las tareas que los chicos deben realizar.
La decisión de mantener abiertas las escuelas también se relaciona con la decisión de que hasta el 31 de marzo se continúen realizando los trabajos de refacción o mantenimiento de los edificios. Para reforzar la seguridad sanitaria de los que tengan que seguir yendo a las escuelas, la provincia transfirió esta semana 58 millones de pesos a los distritos escolares, para la compra de elementos de limpieza e higiene, según informó de manera oficial. Esto implicó reforzar con un extra del 60 por ciento el presupuesto del mes. Los auxiliares deberán seguir un protocolo de limpieza para aulas, oficinas y otros espacios de la escuela.
Los cuadernillos -en pdf o papel- fueron pensados como un complemento “para hacer más ordenada y menos estresante el escenario excepcional” de suspensión de las clases por la pandemia de coronavirus, explican en la Dirección de Escuelas. Es decir que apuntan a dar herramientas a los docentes y marcar la presencia del Estado.
La postura de la cartera de Educación provincial es que en situaciones tan complejas como la que estamos atravesando el Estado debe a intensificar sus servicios y su presencia, cuidando al mismo tiempo a los trabajadores de la educación, generando lugares de trabajo seguros, adecuando las dotaciones y los esquemas de trabajo presenciales para que impacte lo menos posible en su capacidad de respuesta.
En el armado del programa de continuidad pedagógica trabajó un equipo coordinado por las pedagogas Mirta Torres y Miriam Southwell, especializadas en la educación secundaria. La plataforma web es de distribución de contenidos, con el proyecto de que se desarrolle, en un futuro, como aula virtual.
La provincia tiene 5,2 millones de estudiantes. Es el distrito del país con más alumnos, docentes y escuelas. Y el tercero en tamaño de América Latina, luego de la ciudades de México DF y San Pablo, Brasil. Su sistema educativo es a la vez grande y diverso, ya que tiene escuelas urbanas, rurales, escuelas de islas, además de las desigualdades sociales del conurbano, de La Matanza a San Isidro.
La semana pasada, las escuelas recibieron el pedido de informar a la cartera de Educación cuántos de sus alumnos tenían acceso a internet. Los 600 mil cuadernillos impresos se encargaron de acuerdo con esos informes, para alcanzar a quienes tienen problemas de conectividad. Los cuadernillos están siendo enviados en paquetes termosellados a los 135 distritos escolares para que los distribuyan a las escuelas, donde los docentes armarán paquetes para cada estudiante. Una vez que vuelvan a cada escuela, completados por los alumnos, deberá cumplirse con otro protocolo de seguridad debido a que el virus del COVID 19 permanece activo hasta 24 horas sobre el papel.