Ocho mujeres emprendedoras y autogestivas producen barbijos en la zona oeste y los venden a 24 pesos, en paquetes de 100, 500 y mil. La idea surgió de Karina Acevedo, coordinadora del grupo Delas, cuando advirtió la faltante y el alto costo de los mismos, por tener a su marido internado en un centro de rehabilitación. "Ante la falta de insumos y la pandemia del coronavirus nos pusimos a fabricar barbijos. Ya hicimos una primera tanda de mil y estamos trabajando en otros mil, sobre todo por pedidos de farmacias. No buscamos un gran rédito económico, ni sacar beneficio de una desgracia, sino aportar nuestro granito de arena", dijo la mujer que adecuó su garaje para juntarse con otras compañeras a cortar telas que luego cose cada una en su casa, para mantener el aislamiento recomendado. La solidaridad y sororidad, como bandera, frente a una pandemia mundial.

El grupo de mujeres emprendedoras comenzó a trabajar como tal el año pasado, como parte del Centro de Emprendedores Oeste, dependiente de Economía Social. "Somos un grupo de 8 mujeres que nos dedicamos a confeccionar todo tipo de prendas y marroquinería con telas recicladas (de todo tipo) cuidando del medio ambiente", es la presentación del grupo de Facebook Delas Mujeres Autogestiva Textil (CEO). Karina, que da clases de bordado en el CEO, contó a Rosario/12 que empezó a notar que muchas mujeres no tenían acceso al mercado laboral y propuso armar la colectiva con las chicas que ya tenían conocimientos. "Es un caminito de hormigas", dijo. Como primera acción recolectaron 50 jeans y empezaron el proyecto de reciclado para vender productos en la feria de Godoy al 4500.

La sororidad y solidaridad que surgió de las mujeres del Centro de Emprendedores Oeste, no empezó con la pandemia: en diciembre, transformaron esa vocación en una ayuda para niños y niñas de la colonia del Polideportivo Deliot, donde donaron 50 trajes de baño, que produjeron con retazos de tela, también donadas.

La idea de los barbijos surgió de una situación personal para un aporte social. "Mi esposo está esperando un trasplante de hígado hace siete años. Hace poco estuvo débil y en terapia, por una neumonía. Salió, pero no pudo volver a casa porque necesita cuidados médicos diarios. Cuando voy a visitarlo, me hacen lavar las manos y después ponerme alcohol en gel, también me toman la temperatura y me hacen poner un barbijo. Ahí empecé a advertir que había pocos, cuando empezó esto del coronavirus. Y eso me empezó a dar vueltas en la cabeza, así que les dije a las compañeras para que empecemos a producir", relata el origen de la idea que hoy llevan adelante. 

Con una pequeña caja de poca plata invertimos en la tela de ocho gramos recomendada por Salud para hacer barbijos. Compramos un rollo de cincuenta metros e hicimos más de mil que ya están vendidos. Con las ganancias invertimos en más telas porque seguimos teniendo pedidos. Tenemos mil más en espera", relató la coordinadora. Además, dijo que cada compañera "se lleva cortada la tela y cosen en su casa -porque el CEO está cerrado- con esterilización de las agujas y lavado de manos permanente", porque "no queremos que se expanda esta pandemia".   

"Lo que estamos haciendo es para farmacias y centros de rehabilitación, porque desde esos lugares nos están pidiendo", dijo Karina en declaraciones a LT8. "No queremos hacernos millonarias, ni sacar ventaja de este tema del coronavirus", aseguró sobre la intención que las mueve. 

La emprendedora hizo un pedido esencial. "Le queremos decir a la gente que colabore, que se quede en casa, nosotras estamos haciéndolo también y tomamos todas las precauciones", dijo la coordinadora de Delas, nombre pensado por ellas mismas para que las recuerden por ser "de las que se autogestionan; de las que emprenden, de las que se solidarizan".