En fallo unánime, el Tribunal Oral Federal en lo Criminal 2 de Salta absolvió por el beneficio de la duda a Raúl Reynoso en el segundo juicio que enfrentó por acusaciones referidas al mal desempeño como juez federal de Orán. También fueron absueltos los otros acusados en este proceso, el capo narco Delfín Castedo, el abogado Luciano Ciscato (que fuera abogado de Castedo) y el empleado judicial Miguel Saavedra.
Reynoso era juzgado ahora por los delitos de cohecho, prevaricato y falsificación de instrumento público y el fiscal general Carlos Amad había pedido una condena a diez años de prisión por considerar que era “el director de la banda" que beneficiaba a narcotraficantes encausados a cambio de coimas. "Había convertido el juzgado en un Ducado, donde nada se hacía sin que él lo ordenara”, aseguró el fiscal en su alegato, pronunciado a principios de este mes.
El fiscal también había pedido condenas para los otros tres acusados, pero de 4 años de prisión.
Reynoso ya cuenta con una condena a 13 años de prisión. En esta segunda causa en su contra estaba acusado en relación a tres hechos.
El primero es referido a una supuesta retribución económica que habría pagado Castedo a Reynoso y a Saavedra para que lo eximieran de la prisión. Y se acusaba a Ciscato de haber participado de esta maniobra.
El ex juez estaba acusado de haber falsificado un acta, fechada el 5 de diciembre de 2013, en la que se hizo constar que Castedo había concurrido al Juzgado de Orán a prestar declaración indagatoria, algo que años después fue desconocido por el propio Castedo.
Después de esa supuesta presentación ante la Justicia, el jefe narco fue beneficiado con una exención de detención dictada por Reynoso, una medida que se tomó a pesar de que para entonces Castedo ya estaba acusado, y tenía pedido de captura nacional e internacional, por el asesinato de la joven Liliana Ledesma, una productora rural y comerciante de Salvador Mazza que estaba enfrentada con la familia Castedo y con el ex diputado provincial Ernesto Aparicio (ya fallecido), a quienes acusaba de haber cerrado caminos vecinales para facilitar el contrabando, de droga y otros elementos, por la zona de frontera con Bolivia.
Reynoso también fue juzgado por la supuesta restitución ilegal de dinero secuestrado por distintas infracciones. Y además se lo imputó por irregularidades en el permiso otorgado a un comerciante para el traslado de mercadería.
Este segundo juicio comenzó el 10 de febrero pasado, y en las tres semanas de audiencias declararon más de 40 testigos ante el TOF 2, que fue presidido por la jueza Gabriela Catalano e integrado por los jueces Domingo Batule y Abel Fleming.
Castedo siguió las audiencias por video conferencia, desde el penal de Ezeiza, a donde fue trasladado luego de que surgieran sospechas de que estaba preparando una fuga de la cárcel federal de General Güemes.
Reynoso, que cumple su condena en la cárcel de Güemes, ejerció su propia defensa, con ayuda del defensor oficial Matías Gutiérrez Perea. El ex juez negó las acusaciones.
El año pasado Reynoso fue condenado a 13 años de prisión por delitos similares con los que favoreció a otros encausados por narcotráfico. En esa causa y en la segunda estaba acusado también el abogado Arsenio Eladio Gaona (que era cuñado de Reynoso), pero no llegó a una sentencia porque huyó durante el primer debate.
Un juicio reiteradamente pospuesto
Por otra parte, en la justicia ordinaria provincial el juicio oral contra Delfín Castedo y su hermano Raúl Amadeo Castedo por instigación del homicidio de Liliana Ledesma está previsto para mayo próximo, ante la Sala I del Tribunal de Juicio de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán.
Ledesma fue asesinada a cuchilladas en septiembre de 2006, en la fronteriza Salvador Mazza, donde residía. Su asesinato se cometió poco después de que lanzara acusaciones públicas contra los Castedo y Aparicio. Los autores materiales del homicidio fueron detenidos enseguida y ya fueron condenados.
En cambio, a pesar de que la misma noche del crimen fueron señalados en denuncias formales de familiares de la víctima y de que escuchas de Gendarmería Nacional revelaban que habían ordenado el asesinato, tanto la Justicia Federal de Salta como la provincial se negaron a detener a los hermanos Castedo y a Aparicio.
El juez Nelso Aramayo llamó a los hermanos a una declaración informativa y los dejó en libertad. Luego se rectificó y los citó a indagatoria, pero para entonces ya los Castedo habían huido. Delfín Castedo fue detenido diez años después, en 2016, año en que su hermano (que cumplió una condena por narcotráfico en Bolivia) fue extraditado a la Argentina.
Esta es la tercera vez que se fija fecha de inicio para juzgar a los Castedo por el crimen de Ledesma. La primera vez se iba a hacer a principios del año pasado, luego pasó para octubre. Ahora se convocó para mayo, pero esa previsión se tomó antes de que la Corte de Justicia de Salta dispusiera una feria judicial extraordinaria por la pandemia del coronavirus, así que no se sabe si efectivamente se hará esta vez.
Además los Castedo están acusados de integrar una asociación ilícita narcocriminal, una investigación que está a cargo del juez federal de Orán, Gustavo Montoya.