“¿Qué dicen los libertarios sobre el coronavirus? ¿Se soluciona con menor intervención estatal?",twit del economista Eduardo Crespo.
La presentación formal de la oferta de canje de deuda se retrasará algunos días. La pandemia del coronavirus (Covid-19) afectó los tiempos previstos en el cronograma original. El tramo final de la renegociación discurrirá en un enrarecido clima financiero internacional.
La expansión del Covid-19 causa estragos en la economía global. El lunes 9 de marzo, el mundillo financiero se alteró con el derrumbe de todas las bolsas de valores. En Argentina, la Bolsa cayó 14 por ciento y el riesgo país alcanzó el valor más alto en 15 años: 2768 puntos.
Por su parte, el precio del barril de crudo Brent retrocedió 24,1 por ciento. La disputa entre Arabia Saudita y Rusia colaboró para que se produjera el mayor derrumbe diario desde el inicio de la Guerra del Golfo en enero de 1991.
El miércoles 11 de marzo, Donald Trump anunció el cierre de los viajes entre Estados Unidos y Europa. El jueves 12, la Bolsa estadounidense registró su peor jornada desde el lunes negro de 1987. Esa semana, el índice MSCI de acciones globales cerró con una caída del 16 por ciento.
El comienzo de la semana siguiente fue aún peor. El lunes 16 de marzo, el indicador Dow Jones de Estados Unidos retrocedió 12,9 por ciento, la mayor caída diaria en 30 años. Fue el segundo mayor desplome de su historia (124 años de operaciones). El riesgo país argentino superó la barrera de los 3600 puntos.
La crisis sanitaria ya impactó en la actividad económica global. En los dos primeros meses de 2020, la producción industrial china cayó por primera vez en treinta años. La mayoría de los analistas pronostican que el crecimiento económico del gigante asiático estará por debajo del cinco por ciento en 2020.
La OCDE rebajó su pronóstico de crecimiento mundial del 2,9 al 2,4 por ciento, aunque advirtiendo que un “brote de coronavirus más largo e intenso” puede recortarlo al 1,5 por ciento.
El Instituto de Finanzas Internacionales (IFF) planteó que “estamos reduciendo el crecimiento de China este año del 5,9 al 3,7 por ciento y el de los Estados Unidos del 2 al 1,3 por ciento. El resto del mundo es inestable”.
Este shock externo negativo afectará la economía argentina a través de tres canales diferentes:
1. Comercial: la reducción de la demanda mundial y del precio de los commodities implica menor ingreso de divisas. Los últimos datos estadísticos revelan una retracción de las exportaciones argentinas de porotos de soja y derivados, carnes, vinos y congelados al mercado chino. Otra fuente de divisas que caerá es el turismo receptivo.
2. Financiero: los capitales que salieron desde las economías emergentes hacia los desarrollados ya superaron los 60 mil millones de dólares desde comienzos de 2020. Es el valor más elevado, para el mismo período, desde la crisis financiera internacional en 2008. Ese “vuelo a la calidad” genera presiones devaluatorias en las monedas periféricas.
3. Inversiones: la baja de precio del petróleo sepulta (por lo menos en el corto plazo) las proyecciones que se hacían para la explotación de Vaca Muerta.
¿Cuál será el impacto económico de la pandemia? Aunque aún es temprano para formular un pronóstico definitivo existen algunas proyecciones. En las oficinas del Banco Central, los funcionarios estiman una contracción adicional de la economía argentina cercana al 0,5 por ciento del PIB, en el escenario más optimista.
La caída puede ser mucho mayor de no mediar políticas públicas contracíclicas.
@diegorubinzal