Por primera vez desde el comienzo de la pandemia , la ciudad de Wuhan, epicentro del coronavirus, no registró ningún nuevo contagio. El gobierno de China también informó que en todo el país no hubo nuevos casos autóctonos, aunque sí detectaron 34 infectados provenientes del extranjero. En la provincia de Hubei, cuya capital es Wuhan, se anunciaron ocho nuevas muertes, lo que supone una de las menores cifras de fallecidos registradas desde hace semanas. Hasta el momento en China hubo 80.928 casos confirmados de coronavirus, de los que 3.245 murieron, mientras que 70.420 personas fueron dadas de alta.
La mayoría de los casos procedentes del exterior se detectaron en viajeros arribados desde el Reino Unido y España, según la Comisión Nacional de Salud. Sólo en Beijing se detectaron 21 casos, lo que supone un récord descendente para la capital. Allí el gobierno extremó las medidas de cuarentena para todos los viajeros que lleguen, sean chinos o extranjeros. Desde el pasado lunes deben someterse a una cuarentena obligatoria en hoteles designados especialmente para ello, salvo contadas excepciones. Solo los mayores de 70 años, las mujeres embarazadas y las personas que vivan solas, además de aquellos cuya enfermedad les impida hacerlo en un hotel, podrán realizar la cuarentena de 14 días en su casa.
Aeropuertos como el de Beijing dispusieron una zona especial para vuelos internacionales con el objeto de realizar controles de salud a todos los viajeros. Pasajeros de vuelos internacionales llegados a la capital estos días indicaron que todos son llevados en autobuses a un centro de convenciones del distrito de Shunyi. Allí se decide si pueden realizar la cuarentena en su casa o se les da a elegir uno de los hoteles designados, en los que deben pagar todos los gastos. Otras grandes ciudades del país, como Cantón, Shanghái o Chongqing, a las que también llegan muchos casos desde el exterior, están aplicando medidas similares. Sin embargo, allí la cuarentena sólo se limita a viajeros procedentes de los países más afectados por la pandemia, como Irán, Corea del Sur, Italia o España.
Por su parte, el director del principal laboratorio chino para Diagnóstico y Tratamiento de Enfermedades Infecciosas, Li Lanjuan, estimó que hasta finales de marzo se puede consolidar la tendencia de crecimiento cero de nuevos contagios. "Si no hay ningún nuevo caso de coronavirus en Wuhan durante 14 días seguidos, creemos que podremos entonces levantar la cuarentena de la ciudad gradualmente", dijo el epidemiólogo al diario oficial China Daily. En cualquier caso, advirtió de que se necesitarán todavía estrictas medidas de control y prevención para impedir un eventual rebrote.
Otra noticia positiva referente a China es que la tasa de mortalidad del COVID-19 en Wuhan alcanzó el 1,4 por ciento hasta el pasado mes de febrero. La cifra fue sustancialmente más baja de lo que se había estimado hasta ahora, según un artículo publicado en Nature Medicine. El estudio, liderado por el investigador Joseph Wu de la Universidad de Hong Kong (China), indica que las probabilidades de morir de COVID-19 era 5,1 veces mayor entre los mayores de 59 años y que el riesgo de infección aumentaba con la edad.
Por otro lado, investigadores chinos disminuyeron los temores de que la enfermedad se pueda convertir en estacional o que pueda volver de forma más agresiva el próximo invierno. La subdirectora del departamento de Enfermedades Infecciosas en el Hospital del Colegio Médico de Beijing, Cao Wei, dijo que un segundo brote del coronavirus en China no sería una gran preocupación. Cao consideró que aunque China necesita un mes más para evaluar por completo la situación, las medidas de prevención y control actuales deberían ser suficientes para acabar con la epidemia a nivel nacional.