Los gobernadores de las diez provincias que integran la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi) le presentaron al secretario de Energía, Sergio Lanziani, una carta donde reclaman que se garantice un precio sostén de 54 dólares para el barril de crudo local. De este modo, buscan garantizar la actividad para evitar despidos, pero si se avanza por ese camino el precio de los combustibles no bajaría, o lo haría muy poco, pese a que en lo que va de marzo la cotización internacional del barril se derrumbó casi un 45 por ciento.
Hace más de un mes, cuando el crudo había comenzado a bajar, pero todavía no se avizoraba el desastre que llevó a que la cotización del Brent llegara a bordear los 20 dólares, un grupo de petroleras le pidieron al gobierno que fijara un “barril criollo” de 55 dólares y rebajara los derechos de exportación. El gobierno evitó entonces dar una respuesta.
Cuando Rusia y Arabia Saudita no lograron ponerse de acuerdo en Viena sobre cómo enfrentar la caída de la demanda de crudo provocada por la crisis del coronavirus, el barril cayó un 25 por ciento y el reclamo del “barril criollo” resurgió, aunque esta vez fueron las provincias petroleras, con Neuquén a la cabeza las que comenzaron a reclamar esa medida.
La primera reacción del gobierno fue aplicar licencias no automáticas para la importación de petróleo crudo, gasoil y naftas para que los refinadores no comenzaran a reemplazar la producción local por crudo importado. Sin embargo, dejaron en claro que por el momento no estaban pensando en un “barril criollo”.
El precio sostén no supone un subsidio por parte del Estado Nacional, pero implica que el conjunto de los ciudadanos que compran combustible le transfieran recursos a las petroleras a cambio de que estas garanticen cierto nivel de inversión y producción. Las provincias dicen que eso es necesario. Por eso lo reclamaron la semana pasada cuando se reunió la Ofephi y ahora explicitaron por carta el pedido para que se congele el precio de los combustibles con los valores vigentes al 1 de marzo. Además, solicitaron que se reduzcan las retenciones a las exportaciones de crudo, llevándolas a cero para las provincias exportadoras.
En medio de la crisis actual, que se profundiza día tras día, no será fácil para el gobierno justificar una medida de esas características para sostener la actividad y, por ende, el empleo de un conjunto de trabajadores que se encuentran en la cima de la pirámide salarial. Por eso hasta el momento se buscó la forma de sostener el precio con medidas como las licencias no automáticas y se dejó para más adelante la definición de un “barril criollo” con el argumento de que lo mejor es esperar que la cotización internacional se estabilice.